El acusado es sacado de la sala por un policía.

Tenía 6 años cuando le dijo a su mamá que cuando su tío (un chico de 14 años) lo había violado, su papá le había dicho que estaba bien porque él era p.... Y que había sido su propio progenitor el primero en someterlo a la misma experiencia traumática, un día que lo llevó a la casa donde vivía con su nueva pareja en Chimbas, pues entonces hacía rato que estaba separado de su mamá.

Los ultrajes habían ocurrido cuando el chico tenía 4 años. En su relato, el nene incluyó también la versión de que en una de esas ocasiones su abuela lo había curado con una crema.

El 22 de mayo de 2017, la madre del niño denunció el caso en el ANIVI. Y cuando los psicólogos analizaron la versión del menor concluyeron que no mentía.

Entonces su padre fue detenido y al ser indagado negó por completo haberle hecho cosa semejante a su propio hijo. Que cómo le haría algo así, que lo amaba, que era su primer hijo, que quizá lo indujeron a decir eso, fueron los puntos salientes de su descargo ante un juez.

Su madre también negó haber ‘apañado’ a sus dos hijos y acusó a la madre del niño de haberla insultado y haberla golpeado.

Sin embargo las pruebas complicaron a ese albañil, hoy de 33 años, y fue por eso que con su defensor, Alejandro Castán, decidió negociar una rebaja de pena con la fiscal Leticia Ferrón de Rago a cambio de aceptar su responsabilidad criminal.

Hoy, ante el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) y su actuaria María Rosa Barcellona, ratificó que está dispuesto a recibir una condena de 8 años de cárcel por violar a su propio hijo.

Los ultrajes atribuidos a su hermano menor fueron investigados pero quedarán impunes, porque los menores de 15 años son inimputables para la ley penal en Argentina.