El lugar. Ángel Molina señala la acequia donde cayó su nieto, de apenas 1 año. El cuerpo del niño, llamado Alexander Gael (a la izquierda), fue arrastrado por el agua unos 8 metros hasta una compuerta.

Nadie lo echó de menos, tanto es así que recién cuando llegó el abuelo del almacén y preguntó por el "Negrito", empezó la intriga por saber dónde estaba el nene. Todos coincidían en que lo vieron dentro de la casa, pero como no aparecía, don Ángel Molina fue a buscarlo afuera y entonces se topó con lo peor. El "Negrito" se hallaba dentro de la acequia, boca abajo.

Salí al patio y, cuando miré a la acequia, lo vi en el agua boca abajo y cerca de la compuerta.

ANGEL MOLINA - Abuelo del niño fallecido

El pequeño tenía un año y dos meses y, a pesar de que trataron de reanimarlo y fue trasladado al hospital, no pudieron salvarle la vida. Su nombre era Alexander Gael Molina y murió el lunes en el interior de la finca Forrolli, ubicada en Punta del Médano, en Cochagual Norte, Sarmiento.

"Nunca nos pasó una cosa así. Y yo, que tanto cuidaba a ese niño. Donde estaba yo, estaba él. Mi nieto me seguía mucho. Todos estamos muy mal", decía quebrado el obrero rural Ángel Molina, abuelo de "Negrito", tal como apodaban al chico. El nene era el segundo hijo de Vanina Molina (19), una mamá soltera que no tiene otra que vivir con sus padres en esa finca de la ruta 295.

Era el lunes al mediodía y estaban preparando la comida. Su mujer, tres de sus hijos y sus nietos, incluyendo Gael, se encontraban en la casa cuando Ángel Molina salió a comprar. Después fue él mismo, quien al regresar del negocio, notó la ausencia del niño. "Pregunté dónde está el Negrito. Y me dijeron que andaba por ahí. Como nadie lo veía, empezamos a buscarlo en la casa y no estaba. Salí al patio y, cuando miré a la acequia, lo vi boca abajo cerca de la compuerta. Ahí corrí y lo saqué", relató. El cauce mide 70 cm de ancho y el agua tenía una altura aproximada de 30 cm, explicaron los policías de la Seccional 8va que trabajaron en el lugar.

No se sabe cuánto tiempo estuvo en el agua el pequeño, pero, según su abuelo, ya no respiraba. La familia le hizo masajes y trató de reanimarlo, a la vez que uno de ellos salió a la ruta a buscar ayuda. Minutos más tarde un vecino en compañía de la mamá y el tío trasladaron al nene al Hospital Ventura Lloveras. No hubo caso, el nene llegó muerto.