La travesura con fuego de un niño de 5 años le salió bastante cara a un humilde matrimonio que cría cabras en su vivienda ubicada en Albardón. Es que ese nene, en un descuido de su madre y algunos de sus hermanos, incendió la tarde del lunes una ramada contigua a un corral donde habían unas 160 cabras y chivitos. Y el fuego hizo un desastre: las llamas se propagaron por el techo de ese precario corral y las maderas incendiadas cayeron sobre los animales. La familia y algunos vecinos lograron salvar a varios animales, pero el daño ya estaba hecho. Según Aidé Reinoso, tía del niño, murieron quemadas unas 80 cabras, causando un perjuicio económico de unos 32.000 pesos para su hermano Juan Reinoso y su mujer Silvina Bazán, los criadores damnificados.
Todo pasó alrededor de las 18.30 del lunes. Aidé comentó que su hermano y su cuñada tienen 7 hijos (de entre 12 y 2 años) y subsisten gracias al dinero que ganan con la crianza de cabras.
Esa tarde, Silvina y algunos de sus hijos hacían que las cabras le dieran de mamar a sus chivitos en el corral que tienen en el fondo de su casa de calle La Laja, unos 500 m al Norte del badén de Las Piedritas, Albardón. En un momento, la mujer se fue a atar los perros y ahí fue cuando su hijo de 5 años le prendió fuego a una gran ramada.

‘No sé con qué lo prendió, pero cuando vinimos sólo atinamos a abrirle la puerta para que escapen el resto de las cabras. El corral tenía un techito de madera y por eso el fuego agarró todo muy rápido’, se lamentó Aidé.

Algunos vecinos ayudaron a la familia a combatir las llamas y recién a las 21, cuando llegaron los bomberos, lograron controlar el siniestro. Cuando el humo se despejó, en el corral quedó una escena tremenda: unas 80 cabras y chivitos yacían muertos, y otros animales lastimados por el calor y las llamas.
‘Es un desastre. Hace un mes compró 50 cabras y se le han muerto todas. Es una pérdida grande, imagine que mi hermano vende cada animal a unos $400’, dijo Aidé Reinoso.