A veces de albañil, otras de obrero rural y cuando se le presentaba la oportunidad tocaba el bombo en un grupo o enseñaba folclore y tango. Tadeo Morán tenía esas múltiples facetas, aunque últimamente no le estaba yendo bien en 25 de Mayo. Venía de tres meses sin tener trabajo fijo y sabía que no podía seguir así, con tres hijos pequeños y otro por venir. Entonces no dudó en tomar ese puesto en una finca alejada de localidad sarmientina de San Carlos. A una semana y media de trabajo no pensaba en otra cosa que llevar dinero a su casa, y tanta era su necesidad que el martes a la noche se quedó después del turno manejando la desmalezadora para sumar horas extras. Sin embargo, en plena tarea, algo trabó a la máquina y él bajó a ver qué pasaba. Fue ahí, estando solo y en medio del campo, que en ese intento por repararla acabó destrozado por las cuchillas.

La muerte de Tadeo Antonio Morán (28) fue casi instantánea y sin testigos dentro de la finca Osiris, en la zona de San Carlos y a 10 kilómetros al Oeste de ruta 40. Es más, ni el encargado se dio cuenta de lo sucedido entre la tarde y la noche del martes. Recién ayer a eso de las 7.30 de la mañana, cuando Humberto Buffagni (el capataz) vio que el joven obrero no aparecía a desayunar, fue a mirar a la pieza donde dormía y no lo encontró, revelaron fuentes judiciales y policiales. Tampoco halló a la máquina. Es así que salió buscarlo dentro de la propiedad hasta que dio con el tractor y la máquina en medio de los surcos de olivo, a 2 kilómetros de la casa. Abajo de la desmalezadora estaba Morán, con la mitad del cuerpo dentro de la máquina como si se lo hubiera ’tragado’.

Más tarde, los policías de la Seccional 8va al mando del subcomisario Mario Galván constataron el fatal accidente. Según versiones, todo se debió aparentemente porque las mangueras del riego por goteo se enredaron entre las cuchillas de la desmalezadora y Morán intentó retirarlas. Creen que la máquina no se había detenido del todo y las cuchillas seguían girando, eso fue una trampa mortal para él. Estaba solo en ese momento a raíz de que se quedó haciendo horas extras, explicaron.

Morán era del poblado de Las Casuarinas, 25 de Mayo, y hace una semana y cuatro días que trabajaba en esa finca de Sarmiento. Su esposa Rosa Falcón, que está embarazada de 5 meses, sus tres hijos varones (de entre 1 y 10 años), y sus hermanos se enteraron de la tragedia a través de la Policía. ’La gente de la empresa no fue capaz de venir a avisarnos. Tadeo hace días que trabaja ahí, no había cobrado ni la quincena’, dijo su cuñada, María Sánchez. El joven obrero era el más chico de tres hermanos. Ni siquiera tenía casa, vivía en un lugar que les prestaba la abuela de su señora.