Cuando el juez de Garantías Federico Rodríguez consideró probado que cometió un abuso simple contra su sobrina cuando tenía 6 años (ahora tiene 18) y lo anunció que lo condenaba a un año de prisión sin encierro, el cabo de policía de 41 años (no mencionado para preservar a la víctima) se puso a llorar. Para el magistrado no se había acreditado el agravante de que estaba al cuidado de la niña cuando ese único episodio sucedió hace 12 años. Sin embargo, el fiscal de la UFI Anivi, Eduardo Gallastegui, sí consideró probado que tenía la guarda de la niña y por eso pedía 4 años de cárcel. El hecho había sido denunciado por la esposa del ahora condenado en julio del año pasado, luego de que su sobrina le contara que cuando tenía 9 años su papá abusaba de ella, con besos y manoseos (el hombre recibió 3 años en suspenso). Cuando fue citada a declarar, también dijo que su tío la había manoseado y eso disparó otra investigación, que fue tachada de nula por los defensores Martín Zuleta y Ana Carmona, pues cuando la chica reveló el ataque de su tío ante un psicólogo, no había ningún defensor representándolo para controlar esa prueba, dijeron. Por eso pidieron la absolución. Ahora podrán reclamar a un Tribunal de Impugnación.