Diego Carmona (foto) fue detenido porque en la noche del 6 de abril de 2003 en el barrio Felipe Cobas, Caucete, sacó un revólver calibre 38 y mató de un tiro a su suegra Lucía Delego (50) y le dio otro en el pecho a su novia, Gema, que se salvó de milagro. El 25 de abril de ese año fue declarado inimputable y trasladado al hospital Mental de Zonda, de donde escapó el 28 de ese mes, aunque se entregó el mismo día con un abogado. De nuevo en el hospital Mental, volvió a fugarse el 25 de mayo y al día siguiente se entregó. Para entonces un juez tenía informes polémicos sobre su estado mental: un grupo de profesionales decía que estaba loco y otro que no, que tenía un trastorno de personalidad pero no locura. Un tercer estudio en Mendoza reforzó la tesis de la esquizofrenia y desde entonces Carmona está en el penal, medicado. Su destino también es polémico: se supone que no debería estar preso, aunque su madre pidió llevarlo a un psiquiátrico de San Luis, donde vive, y allí no lo quisieron recibir, dijeron fuentes del caso.
Un preso polémico

