Mirta Flores está a punto de llorar, indignada. Y tiene sobradas razones para estar así: alrededor de las 4 de ayer, la despertaron para decirle que se habían metido a robar en su maxikiosco de Vidart al 1036 Sur, en la Villa 17 de Agosto, en Rawson. A esa hora la mujer no imaginaba que la realidad superaría largamente sus suposiciones. Cuando llegó a ese local que con su hija hicieron crecer con esfuerzo durante más de 10 años de trabajo, se topó con que el ataque había sido devastador: la pesada máquina de cortar fiambres, sus dos balanzas digitales, el aparato concedido en comodato por la empresa telefónica para una cabina, otro más usado en su agencia de Quiniela y unos 2.000 pesos en efectivo, habían sido el grueso del botín sustraído por varios sujetos.
Pero no fue todo: los ladrones sustrajeron también yogures, leche, vinos, cigarrillos, chocolates y hasta el alimento para perros que la comerciante tenía a la venta.
‘Me provocaron un daño muy grande. He perdido por lo menos 25.000 pesos y me han dejado casi en la ruina, encima tengo que pagar el alquiler y a los proveedores. Casi todos los días con mi hija estamos acá desde las 6 hasta las 2 del otro día, luchándola para que en un segundo se lleven todo el esfuerzo de más de 10 años de trabajo’, dijo ayer Mirta.
Y agregó: ‘Hace cuatro años habían intentado robarme en otro local que alquilaba al lado y esto es indignante, pero no tengo otro trabajo y vamos a seguir. Si Dios nos da fuerzas mañana (por hoy) volveremos a ponerle el hombro, solo necesito que alguien me preste una balanza’.
El robo a Mirta ocurrió a la vista de varios luego de forzar las rejas y un vidrio de la puerta de ingreso que da a la calle, pero ayer Mirta estaba molesta ‘porque nadie vio nada’. La indignación también invadía a otros vecinos, que ayer se quejaron de la ‘inseguridad’ que hay en calle Vidart, al sur de República del Líbano: ‘acá no se puede vivir, por las noches hay juntaderas y son comunes los robos, si una chica que vendía ropa usada se tuvo que ir porque le robaron 3 veces’, dijo una vecina que pidió reserva de su nombre.

