Otro robo contra un negocio en la madrugada, ahora con el condimento de que cometieron el ‘escruche’ a 8 metros de una cámara de seguridad de la Policía. Esto pasó ayer en un locutorio de la conocida esquina de Libertador y Pueyrredón, en Santa Lucía, y los ladrones destrozaron la puerta de una persiana metálica para después llevarse más de 30.000 pesos, entre dinero, celulares y accesorios. Según fuentes policiales, los ladrones no fueron captados por la cámara monitoreada desde la Central de Policía debido a que las ramas de un árbol justamente obstruían la visión de ese sector de la esquina.
Se calcula que los delincuentes tardaron no más de 15 minutos para cometer el ilícito en el locutorio llamado Cyber TEL, situado en la esquina noreste de ese transitado cruce en el límite entre Santa Lucía y Capital. Enrique Dávila, el propietario, dijo: ‘anteriormente hubo intentos, pero ésta es la primera vez que nos roban en los 9 años que tenemos el negocio. Llama la atención porque rompieron la puerta de chapa y eso que, a 8 metros, hay una cámara de seguridad’.
Dávila contó que encontraron un alicate de gran tamaño tirado en la vereda. Se supone que con esa herramienta rompieron los dos candados y los pernos de las bisagras de la puerta de la persiana del frente del negocio. Así vencieron el primer obstáculo, después abrieron a patadas las puertas de vidrio, una de las cuales se hizo trizas. Los vecinos escucharon el ruido alrededor de las 2.30 de la madrugada y llamaron a la Centro de Operaciones Policiales, pero cuando llegaron los patrulleros a las 2.45 ya no había nadie y sólo quedaba el desastre dejado por los ladrones, contó el comerciante.
Lo sorprendente es que la cámara de seguridad situada a 8 metros al Este, sobre la misma vereda de Libertador, no logró tomar imágenes de los ladrones, comentaron. La cámara está monitoreada desde la Central de Policía. Eso hubiera permitido dar el alerta para que las patrullas actuaran de inmediato y quizás atraparan a los desconocidos o al menos los identificaran, dijo un investigador. Pero eso no sucedió, según fuentes policiales, porque hay un árbol casi en la esquina cuyas ramas tapan parte del radio que cobertura de la cámara en dirección a ese local.
Esto permitió que los delincuentes no fueran vistos. Eso sí, dejaron sus huellas. Dávila denunció que le robaron 10.000 pesos en efectivo que debía depositar en el banco ayer en la mañana. De una vitrina sustrajeron al menos 15 celulares, la mayoría Samsung, por un valor aproximado de 15.000 pesos, además de cargadores, baterías y manos libres por un valor de 7.000, agregó. De otro lugar, se llevaron el control remoto de un equipo de música y 50 paquetes de cigarrillos del sector del kiosco. Sumado al robo de dinero y mercadería, el comerciante lamentaba que tenía que hacer otros gastos para reparar los daños en la puerta.

