Un tribunal aceptó durante la feria judicial el reclamo de la defensa del sacerdote Walter Bustos para que recupere su libertad, luego de que se modificaran los delitos en su contra y quedara procesado sólo por dos de los abusos contra tres hermanos por los que había sido denunciado y procesado, dijeron fuentes judiciales. Ahora, el juez que está a cargo de la investigación deberá determinar la fianza que le impondrá para ser excarcelado, precisaron.

El sacerdote Walter Bustos (42). El 31 de agosto de 2018 se entregó y quedó preso, a causa de las graves revelaciones de un chico de 15 años por los manoseos y otras prácticas a los que lo sometía durante las ocasiones en que se quedaba a solas con él. A partir de esa denuncia, dos hermanos mayores del adolescente también refirieron abusos sexuales de parte del religioso.

Esos dichos más los informes psicológicos y el hecho de que el sacerdote era consumidor de pornografía homosexual, llevaron al juez Guillermo Adárvez a procesarlo con prisión preventiva por tres casos de abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser religioso y, en el caso de los dos hermanos menores, por haberles causado un grave daño en la salud mental. También consideró probado que corrompió conducta sexual del menor de ellos.

Disconforme, el defensor del cura, Juan Bautista Bueno, consiguió que la Sala III de la Cámara Penal revocara esa resolución y modificara los delitos contra su cliente, que al final fue sobreseído por abusar del mayor de los hermanos. Y procesado sólo por el abuso simple de los más chicos, agravado por el daño en su salud mental.

Esos delitos permiten la excarcelación, pero el juez Adárvez rechazó liberarlo por entender que no se daban las condiciones legales, pues entendía que al cabo de un juicio podía ser condenado a prisión efectiva. Y otra vez la defensa, en un duro escrito, volvió a cuestionar al magistrado al insistir en la liberación de Bustos. Y el juez de Cámara que presidió el tribunal de la Sala I en la feria judicial, Juan Carlos Caballero Vidal (h) le dio la razón, pues consideró que es probable que el religioso reciba una pena de cumplimiento efectivo, además de fundamentar que de la causa no surge que se fugará o entorpecerá la investigación, precisaron.

Ahora el juez Adárvez debe resolver si le fija una fianza efectiva (dinero o algún bien por valor equivalente) o lo liberará sólo bajo palabra.