Beatriz García (59) emprendía una jornada más de rutina en su casa cuando una escena la estremeció y la hizo estallar en gritos: un sujeto con casco entrando por la ventana sin rejas y con las persianas que ella misma levantó, como siempre, para que su perro entre y salga de la casa. Los gritos de la mujer alertaron en el acto a sus dos hijos de 32 y 22 años que estaban en sus habitaciones (el jefe de hogar había salido), pero enseguida la familia comprendió que no se trataba de un ladrón solitario sino de una banda: por la ventana, entró también otro sujeto armado y otro más con un palo, ambos cubriendo sus rostros con cascos.

Eran las 10 de la mañana en esa vivienda del barrio Villa del Parque, en Santa Lucía, cuando las víctimas eran sometidas a una experiencia dramática, que debieron soportar sin resistirse, todos cubiertos por una sábana en una de las habitaciones, vigilados por uno de los delincuentes armados.

Con el campo despejado -relató Beatriz- los delincuentes dedicaron al menos 15 minutos para revolver toda la casa en busca de objetos de valor, aunque finalmente no hubo botín suculento para los ladrones: unos 200 pesos, un reproductor de DVD, tres celulares, una Playstation, un anillo y un cintillo de oro de la mujer, más otro anillo de plata y oro, y la llave del auto de una vecina, fue lo único que pareció ajustarse a las expectativas de los asaltantes.

Luego se supo que los tres delincuentes actuaron con un cuarto sujeto haciendo de campana en la puerta de la casa, esperándolos para escapar en dos motos.

‘Para mi me siguieron porque me pedían la notebook de mi trabajo (no reveló donde está empleada), pero no la tenía. Fue un susto grande. Ahora vamos a tener que poner rejas, no puede ser que pase esto a plena luz del día’, dijo la mujer.