Bernardo Caputo fue el pionero. Primero con una bodega donde ahora se emplaza el barrio San Martín, en Capital. Más tarde con otra que le compró a la ya extinta Cooperativa 25 de Mayo en Ruta 270 y Calle 6, en aquel departamento. Allí se la conoció como bodega Caputo, a secas. Hoy, ya con 56 años de historia y otro nombre "Argentum SA", los herederos del viejo bodeguero están en una seria encrucijada, con una salida bastante incómoda en ciernes: la posibilidad de ponerle un cierre definitivo. "Si dependiera de mi, yo me busco un buen candado y cierro todo, porque hemos sufrido por lo menos cuatro robos en los últimos 9 años, incluido uno muy grande en 2012, y ya estamos cansados. Hace 22 días nos robaron y ahora (por ayer en la madrugada) otra vez. No queremos lanzar cifras, pero para darle un ejemplo, desde Mendoza nos dijeron que costaría unos 2,4 millones si queremos que nos fabriquen unas tapas especiales de acero inoxidable de las piletas para reponer las que se robaron", dijo ayer Carlos Suárez, administrador general y vicepresidente de la firma en los últimos 25 años.

Unos 2,4 millones de pesos saldría reponer unas tapas especiales que se robaron

El último ataque, perpetrado ayer, fue una modalidad calcada al perpetrado poco más de 20 días atrás. Tanto, que la sospecha es que fueron los mismos delincuentes. Como aquella vez, ahora hicieron un gran boquete en la tela olímpica perimetral, forzaron uno de los ingresos en la parte trasera de la bodega, giraron las cámaras de seguridad para no quedar registrados. Y sin que ninguno de los dos caseros que viven a varios metros lo notaran, se pusieron a desenroscar las numerosas tapas de bronce, a descolgar la serpertina de cobre que ya no se usa e incluso hasta eligieron algunos vinos (principal producto elaborado) para llevárselos.

En total, sustrajeron 84 tapas de piletas de distintas dimensiones, 7 cabezales de bombas centrífugas (todo de bronce) y la línea de refrigeración de cobre.

"Acá hay una mafia del bronce y del cobre. En 2012 cuando sufrimos el robo grande, llegaron en un camión y con armas redujeron al sereno... por eso ahora nos cuesta encontrar sereno pero pagar seguridad privada sale una fortuna. Así que habrá que ver...", concluyó Suárez.