Una mujer de 78 años con alteraciones mentales fue atacada ayer por tres delincuentes que, a golpes y con una mordaza, la hicieron callar para poder robar. En la maniobra también amordazaron a una tía de 96 años y a una empleada que las cuidaba en su casa en pleno centro capitalino. Mario Pizarro, hermano y sobrino de las ancianas, contó que fue la segunda vez en casi 3 meses que asaltan esa casa.
Ayer, a las 3.30, en el 764 Este de avenida Córdoba, los malvivientes violentaron 2 barrotes de la reja de una ventana del frente, al parecer, utilizando un gato de auto. Luego, empujaron la ventana sin traba, subieron las escaleras hacia la planta alta de la vivienda y sorprendieron a las 3 mujeres. Allí, uno golpeó Raquel Pizarro (78, discapacitada) para que dejara de gritar y luego la amordazó, igual que a su tía Elena Urso (96) y a la empleada Claudia Lobo, mientras sus cómplices revisaban el lugar.
Pero el golpe se truncó cuando uno de ellos fue a la casa que habita en el fondo Mario y trató de ingresar. ‘Me desperté cuando escuché un bullicio. Ahí cerré con llave la puerta y uno de los choros trató de abrirla. Me dijo ‘abrí tío’ y le contesté que iba a llamar a la Policía y que le iba a pegar un tiro. Salió corriendo con los demás y se llevaron un celular y un radiograbador’, dijo Pizarro.
El de ayer fue el segundo asalto que sufre esa familia. Mario explicó que el 8 de junio último tres delincuentes golpearon la puerta y su otra tía, Antonia Urso (90), les abrió y la asaltaron. A la anciana la maniataron y le robaron algunas cosas antes de huir. ‘A raíz de ese robo, la salud de mi tía empeoró y al mes falleció. Ahora vamos a tener que poner alarma en toda la casa’, dijo el hombre.