Dolor. Desgarradoras escenas se vivieron ayer mientras velaban al niño. La mayoría no pudo contener las lágrimas.

La tan repentina como inesperada muerte del pequeño Benjamín Aguilera no hizo otra cosa que dejar dolor y angustia entre los vecinos de Media Agua, en Sarmiento. No sólo por su corta edad de 8 años. También por cómo fue el terrible hecho que sentenció su fin de manera violenta: el niño murió aplastado por un pesado árbol que cayó por el intenso viento Sur que llegó a la provincia en la noche del pasado sábado. "El tronco lo alcanzó de lleno, no tuvo escapatoria", dijo un vecino. La del nene no fue la única muerte que se cobró un árbol caído este fin de semana (ver aparte).

La familia de "Benja", como lo llamaban cariñosamente, velaba ayer sus restos en una despedida en la que reinaba el silencio y las lágrimas. La que visiblemente se encontraba más golpeada, y no era para menos, era su madre, Verónica Aguilera. "Estoy destrozada, es inmenso el dolor que nos deja esto", alcanzó a decir la mujer a este diario antes de estallar en llanto.

En el cortejo ayer nadie podía entender la mala fortuna que tuvo Benjamín. El nene le había pedido a su madre que después del partido de fútbol que fue a jugar con sus compañeros de la escuelita Hermanos Fornari, lo llevara a la casa de su madrina porque hacía mucho que no la veía. La madre aceptó y cerca de las 20 lo acercó hasta ese lugar, en el barrio conocido como "del Codo", ubicado sobre la Ruta 319, unos 500 metros al Este de la calle 25 de Mayo, en Media Agua. Claro, la mujer jamás imaginó lo que iba a pasar tan sólo minutos después de dejarlo allí. Fue cerca de las 21, cuando la madrina mandó a su hijo y a Benjamín (ambos de la misma edad) a comprar unas latas de picadillo a un almacén cercano. Ya regresaban cuando, de la nada, las ráfagas del viento Sur llegaron de manera violenta. "Todo fue rapidísmo, de un momento a otro el viento llegó muy fuerte", apuntó un vecino. Los niños comenzaron a correr para llegar rápido a refugiarse, pero antes de entrar, justo en el frente de la casa, el álamo de gran porte fue vencido por el ventarrón y cayó sobre Benjamín, quien falleció en el acto. El otro niño se salvó de milagro, pues sólo sufrió raspones en un brazo.

"Benja" asistía a 3er grado de la escuela Periodista Luis Bates y era el mayor de dos hermanos.

Benjamín Aguilera, el nene que murió aplastado por un árbol.

Otro árbol caído fatal

Un joven de apellido Rojas (21) murió a las 5 de ayer luego de estrellarse en su moto Motomel 200cc contra un árbol caído. Fue cuando circulaba por calle 5 rumbo al Oeste, en el tramo entre Ramón Franco y López y Planes, en Médano de Oro, Rawson. Al parecer, viajaba sin luz y por eso no vio el árbol, dijeron fuentes policiales. Pese a que llevaba casco, su destino quedó echado en el acto.