Sobre las 23 de anoche, Ariel Sisterna (29) llegó a su casa y se llenó de dudas. Una de las ventanas estaba explotada, el TV que había dejado encendido ya no lo estaba y las luces también estaban apagadas. Y cuando abrió la puerta fue peor: primero porque descubrió que su perrita no salió a recibirlo, y segundo porque al alumbrar se dio cuenta que estaba todo cubierto de hollín y que casi todo lo que había estaba destruido o estropeado por el fuego.

La vivienda está ubicada en el Barrio Cerro de Valdivia, en la zona de Colonia Fiscal Norte, en Sarmiento. Sisterna hace unos 8 meses que alquila ese lugar para residir junto a su mujer y sus cuatro hijos, de 9, 6, 3 y 1 año.

El hombre no sabe bien cuándo se desató el incendio. Él se fue del hogar el viernes pasado, rumbo a la casa de su padre en Rivadavia, donde fue a hacer unas changas para ganarse unos pesos.

Para que su pareja no quedara sola con los chicos, le dijo que se fuera a lo de su madre. La casa entonces quedó sola, con las luces y el TV prendidos por seguridad.

"Cuando volví me llamó la atención que el vidrio de una ventana estaba roto y que el tele y las luces estaban apagadas. Ya no había llamas, ni sé cuándo habrá sido porque los vecinos no vieron nada. Pero quedó todo destruido", dijo Sisterna.

La perrita estaba muerta en una de las habitaciones. Y gran parte de las pertenencias de la familia directamente fueron destruidas por el fuego, mientras que otras resultaron afectadas y quedaron inutilizables.

"Toda la ropa está quemada o percudida, los sillones, las camas, las zapatillas, todo", expresó la víctima, que está desocupada y que se las rebusca con changas.

En la Policía le indicaron que el vidrio al parecer estalló por la combustión de gases. Es por eso que creen que no se trató de un ataque intencional, sino que la hipótesis es que hubo un cortocircuito. "Las instalaciones eléctricas eran muy precarias", admitió Sisterna.

La vivienda es de bloques y el techo de losa. Además de la cocina y el comedor, tiene 3 habitaciones. Por el momento quedó inhabitable y eso tiene al hombre muy preocupado.

"No quiero a mis hijos en la calle", indicó. Su propósito es que el Gobierno le de una mano con una casa.