En alto. El departamento donde robaron está ubicado en planta alta. Los vecinos dijeron que nadie vio nada, ni escucharon ruidos.



Un fin de semana para el olvido tuvo una familia de Rivadavia por culpa de la inseguridad: ladrones ingresaron al departamento al que se fueron a vivir hace menos de 1 año y robaron $20.000 en efectivo, un televisor, una bicicleta y dos relojes, entre otras cosas, informó la Policía.

Ocurrió el último domingo, cuando los damnificados, de apellido Munisaga, dejaron solo por algunas horas ese departamento de un complejo ubicado en el barrio Los Almendros. Según la Policía, salieron a eso de las 15 y se dieron cuenta del ataque sobre las 22, cuando regresaron y advirtieron que estaba todo revuelto.

Al parecer, los delincuentes violentaron una puerta, accedieron al interior del hogar y tuvieron tiempo de revisar cada rincón.

Ayer los vecinos de los damnificados dijeron estar sorprendidos por el aparente sigilo con el que actuaron los ladrones, pues pese a que el complejo donde está el departamento es relativamente chico, nadie escuchó ruidos ni tampoco advirtieron cuando los desconocidos subieron las escaleras, pues se encuentra en planta alta.

Los investigadores no descartaban que los malvivientes hayan estado siguiendo los movimientos de la familia.

Efectivos de la seccional 13ra y de las diferentes divisiones de investigación trabajaban ayer para tratar de dar con los culpables. Los pesquisas se adentraron en el barrio en busca de registros en cámaras de seguridad cercanas al departamento de los damnificados. Hasta anoche no había ningún sospechoso en la mira, indicaron.

Indignante robo a chicos del "Catita" en Santa Fe

Una delegación con chicos futbolistas de la escuelita de Hugo "Catita" Moreno que viajó a Sunchales, Santa Fe, a participar de un torneo, sufrió un momento indignante: en plena participación, el domingo en la tarde, entraron delincuentes a la escuela albergue donde estaban alojados, la Juan Mitri, y les robaron la plata que tenían para pagar el viaje de vuelta en colectivo y numerosos teléfonos celulares, entre otras cosas. Lo que más bronca les dio a los padres y responsables de ese contingente, fue la indiferencia con la que los trató la Policía y los organizadores del torneo. "Los uniformados de la comisaría 101 no nos quisieron recibir la denuncia y nadie de la organización se acercó a preguntarnos", dijeron.