El caso de Thelma Fardin con el actor Juan Darthés, revelando una violación sufrida cuando era adolescente (ella 16 años y él 45) que siempre la torturó y recién se animó a denunciar nueve años después, provocó que otras víctimas en catarata hicieran lo mismo.

“Tenía tres años. Me acuerdo de todo. Me violaban y siempre sufrí amenazas y maltrato. Ahora quiero contar mi verdad”, dice Romina Navarrete, que hoy tiene 30 años y sigue viviendo en Del Viso, partido de Pilar, y afirma que fue vejada de manera reiterada por su padrastro y dos tíos.

“Tenía tres años y mi padrastro me violó cuando mi mamá dormía en una pensión que alquilaba embarazada de mi hermana, hija de él. Aprovechó para violarme. Se bajó los pantalones y me subió encima de él. Me violó. Se limpió con un trapo y me dejó porque escuchó que tocaban la puerta, eran mis tías, mi tío y mi abuela”, relata Romina

“Tocaban fuerte y llamaban y exigían que abran, estaban alterados ellos y decían que tenía que abrir. En eso se despertó mi mamá, que me vio llorando en la punta de la cama y asustada. Preguntó qué pasaba. Mi abuela estaba enojada afuera, forcejeó con mi mamá porque no quería que yo esté ahí”, dice Romina. Su mamá en ese momento no hizo la denuncia porque ella no se lo pudo contar.

Poco después se fueron de la pensión y un tío, hermano de su mamá “me empezó a tocar cada vez más seguido y un día me violó”. “Otro de mis tíos me violó peleando con su otro hermano, ganó el otro y también me violó mientas el otro escuchaba”, relata Romina. que está en tratamiento psicológico. Ella no dijo nada, como la mayoría de las veces que se cometen este tipo de abusos intrafamiliares.

Años después su padrastro se comunicó por el chat privado de Facebook. “Él quería saber si yo me acordaba lo que ‘hacíamos’ cuando era chica. Así se refería las violaciones”, sostiene Romina.

Tiempo después ella contó en Facebook lo que había sucedido. “Buscaba ser escuchada, por eso lo publiqué, pero Facebook me bajó la publicación. No es justo que ellos vivan como si nada y yo sea la que viva escondida. Era una niña “jamás hablé por miedo”, sostiene.

A los 12 años se lo contó a su abuela: ‘Me pegó y me dijo que me gustaba a mí. Todos mis tíos y tías taparon que mi tío me violó y jamás pude contarles todo a ellos porque si ni me creyeron en la primera menos me iban a creer en las otras. Este tío también violó a mi hermana mayor a los 5 años”, denuncia Romina.

“Busco justicia por mí y por más víctimas que no hablan y que se callan por temor. No quiero que las violaciones sean tapadas. Ellos a mí me arruinaron la vida pero yo quiero evitar que sigan arruinando la vida de más niños o niñas. A raíz de todo esto tuve reiterados intentos de suicidio”, sostiene Romina, que los denunció los cuatro y desde entonces recibe amenazas de allegados de ellos. “Es un infierno porque los recuerdos siempre quedan. Es un daño irreparable”, sostiene.

Fuente: Crónica