San Juan, 26 de noviembre.- El sábado pasado, Lorena Cortez, de 29 años, se encontraba trabajando como todos los días en una conocida lomoteca de Trinidad. Luego de despachar a los clientes, comenzó a limpiar la máquina de moler carne que utilizan en el lugar.
Al parecer, no se dio cuenta que estaba enchufada y ocurrió lo peor. La moledora le atrapó la mano y le arrancó varios dedos de cuajo. Ante la desesperación de sus compañeros, la joven fue trasladada en ambulancia hasta el servicio de Urgencia del Hospital Rawson, donde le realizaron la curación de la amputación. Recibió el alta.
