“Pudo ser peor”. Eso dijo ayer Ángela Ibazeta junto a su hija Sabrina mientras recordaban el dramático momento que pasaron por culpa del monóxido de carbono.


“Pudimos haber muerto. De no ser por mi hija seguramente a esta hora no estaríamos hablando”. La frase la dijo ayer Ángela Ibazeta, una empleada doméstica de 43 años que casi sufre la peor de las suertes junto a su hija Sabrina Aballay (24) y una criatura de 4 años por la inhalación de monóxido de carbono. La familia alquila un departamento en un barrio de Rawson y aparentemente la mala combustión en un calefón provocó el martes último que las tres se empezaran a sentir mal. Ángela se desmayó en un dormitorio y la joven sacó como pudo a su hija. En el medio, la chica logró pedir ayuda a sus parientes y vecinos y cuando reingresó para rescatar a su madre, también se desvaneció. Por suerte, la ayuda llegó rápido y las tres mujeres fueron auxiliadas a tiempo.


Ibazeta, Sabrina y Camila (4) viven desde hace 1 año en el departamento A del monoblock I del Bª República del Líbano.

La empleada doméstica relató que la del martes fue la tercera intoxicación que sufren en 3 meses por culpa del calefón.

“La primera vez la propietaria del departamento nos cambió el calefón, pero nos puso uno viejo. La segunda vez el calefón se incendió. En esas ocasiones nos habíamos sentido mal, pero nada como lo que pasó esta vez”, relató Ibazeta.
Eran las 19 del martes. Sabrina miraba televisión junto a su hija en el comedor y se levantó a prepararle la leche. Ángela se bañaba cuando comenzó a sentirse mal. “Mi hija empezó a llorar diciendo que le dolía la cabeza. Yo también me empecé a marear y le grité a mi mamá. Ella salió del baño y se desmayó en el dormitorio. Agarré a mi nena y la saqué a las escaleras. Me acuerdo que grité por ayuda y llamé por teléfono a mi pareja y a mi hermano”, informó Sabrina.

Nos despertamos en el hospital. Gracias a Dios, mi hija tuvo fuerza para sacar a mi nieta y pedir ayuda

ANGELA IBAZETA - Una de las víctimas


La joven volvió a entrar al dormitorio y levantó a su madre, pero en el pasillo se cayeron. “Mi mamá se me cayó encima. La empujé para sacármela de encima porque estaba preocupada por mi hija. Salí, no la encontré, entré de nuevo y no me acuerdo más nada”, dijo Aballay. Ibazeta recordó: “Nos despertamos en el hospital como a las 22. Gracias a Dios mi hija tuvo la suficiente fuerza para sacar a mi nieta y pedir ayuda sino no sé qué hubiese pasado. Nos gustaría mudarnos, pero no nos alcanza la plata para irnos. Así que veremos cómo solucionamos este problema, porque encima nadie vino a revisar el calefón y puede volver a pasar’.
 

Consejos para tener en cuenta


El jefe del Destacamento de Bomberos de Rawson, comisario Raúl Castro, dio recomendaciones básicas para evitar sufrir intoxicaciones por el gas o con monóxido de carbono.


*Chequear si el color de la llama de la cocina, calefón o calefactor. Si es de color azulada significa que los aparatos funcionan correctamente. Pero si es de color amarillo, hay una pérdida o que hay una mala combustión y debe llamarse a un especialista.


*Ventilar permanentemente los ambientes. El jefe policial aconsejó tener siempre entreabierta alguna ventana o puerta para evitar cualquier incidente.


*Si se percibe a olor a gas en la vivienda, no encender ninguna luz. Antes de hacerlo, ventilar el inmueble para evitar que se produzca una explosión.


*Ante el primer síntoma de malestar, salir al exterior a oxigenarse y pedir ayuda.