"Resbaló", dijo la mamá. La caída fue lo de menos para esa pequeña, lo terrible fue que terminó dentro de un profundo desagüe y el agua la arrastró casi 50 metros. El drama de ayer por la tarde en Pocito tuvo sus consecuencias. La nena de 3 años casi se ahogó y, aunque fue rescatada con vida, anoche su estado era de gravedad. Otra niña que también cayó pudo salir sana y salva.
Macarena Abigail Algañaraz fue llevada ayer en la siesta por sus padres a la casa de una familia amiga en calle Alfonso XIII, cerca de calle Nueva, Pocito. Ese rancho está a 3 metros de un desagüe de aproximadamente 6 metros de ancho por 5 de hondo, explicó Matías Riveros, vecino. El agua tiene una profundidad de más de 1 metro y medio, señalaron en la comisaría 7ma.
Mientras los adultos charlaban, los niños de la casa junto con Macarena jugaban afuera. Fue en eso, alrededor de las 16:30, que la pequeña y otra de las niñas -de más edad- resbalaron en el borde del barranco, precipitándose al zanjón. La mayor de las nenas pudo salir, no así Macarena que fue empujada por el agua unos 50 metros, explicó Riveros. "Un vecino alcanzó a sacarla, pero estaba inconsciente y casi no respiraba. Tuvimos que hacerle respiración boca a boca. Más de media hora esperamos a la ambulancia y no llegó. Menos mal que vino el dueño de una finca y en su camioneta pudimos para traer a la niña", relató el testigo. En el camino fueron alcanzados por una ambulancia, que trasladó a la criatura hasta el Hospital de Niños. El cuadro de la niña era anoche muy delicado. "Los médicos me dicen que está estable, pero no reacciona. Es que tragó mucha agua. Ahora hay que esperar 72 horas. Lo único que nos queda es rezar", dijo Natalia Contreras, la mamá de Macarena. El papá, Alberto Algañaraz, se desmayó del susto. La familia es muy humilde, viven en un puesto de cabras.