Todos dormían cuando los gritos de Ever (5 años) los sacudieron de la cama. Cuando Andrés Gil (32) y su pareja Daniela Cano (26) se levantaron a ver, no tardaron en notar una espesa nube de humo en la habitación de sus cuatro hijos, que lloraban en medio de la confusión. Fue ahí que Andrés salió hacia afuera y rompió la ventana del dormitorio para ver, y enseguida rescató a los niños por una ventana de su dormitorio que da a la calle. Mientras, sus vecinos derribaban la puerta de ingreso, porque Andrés había olvidado donde dejó la llave tras cerrarla, algo que acostumbra hacer para que sus hijos no salgan a la calle.

El dramático incendio dejó dos saldos dañinos para la humilde familia de ese changarín: quemaduras en los brazos, las manos y parte del rostro en la mayor de sus hijas, Milagros (9), que ayer estaba internada, fuera de peligro, según su mamá. Y los daños en gran parte de la casa, además de la destrucción de casi toda la ropa y el calzado de la familia, pues estaban en un ropero de la habitación de los chicos, que ardió junto con las dos cuchetas, los colchones y la ropa de cama, además de otros muebles, dijeron.

Todo pasó alrededor de las 10 de ayer, en la casa 8, manzana d, del barrio Ansilta, en Rawson.

Andrés Gil estaba convencido de que fue su hijo de 5 años, quien inició el incendio mientras jugaba con un encendedor. Y aseguró que el siniestro no terminó con daños aún mayores porque sus vecinos lo controlaron enseguida.