Indignados, enfurecidos. Así se sentían ayer los abuelos de la pequeña Angeles, de tan sólo 10 meses de vida, en el hospital de Niños Juan Carlos Navarro, en Capital, donde la beba se recuperaba la golpiza que le dio su padre porque no lo dejaba dormir la siesta con su insistente llanto en el rancho donde viven, en la Villa Yornet, Caucete, contó ayer el abuelo de la criatura, Armando Cabrera. Según el hombre, el joven dejó inconciente a la nena luego de atacarla a trompadas en su cuna y después argumentó que la nena se había caído. Entonces la madre de la nena y unos vecinos la llevaron al hospital, pero cuando la abuela de la criatura supo que se trataba de un ataque, puso la denuncia y el sospechoso fue detenido por policías de Seguridad Personal cuando intentaba visitar a su hija en el hospital.
Según Armando Cabrera, su hija Marisa padece un retraso de maduración y por eso la denuncia la realizó su esposa. El hombre contó que el violento ataque ocurrió minutos antes de las 17 del miércoles.
La joven estaba afuera de la pieza que alquilan desde hace una semana, haciendo fuego para preparar la merienda para su otro hijo, de 2 años. El padre de la beba, Juan Carlos Nievas (22), se acostó a dormir luego de almorzar, a escasos centímetros de la cuna, dijeron los Cabrera. Pero los llantos de la chiquita ocasionados por estar enferma del pecho, al parecer, alteraron los ánimos del joven. Supuestamente, se levantó y la agarró a trompadas, dejándola inconciente y toda colorada, aseguró su abuelo.
El joven salió y le avisó a la chica que algo había pasado y de inmediato, ella pidió ayuda a un vecino que la llevó en auto hasta el hospital zonal y de allí la derivaron al nosocomio capitalino.
Cuando la abuela de la beba, Miriam Reina, se enteró de las lesiones puso la denuncia y Nievas fue detenido. La pequeña sufrió traumatismo de rostro y glúteo pero estaba fuera de peligro, aseguró ayer el jefe de la sala 5 del hospital de Niños, Dr. Enrique Castilla.
"No lo queremos ver más. A mi hija también le ha pegado varias veces y le dijimos que se alejara de él. Si lo hubiéramos agarrado pegándole lo matamos, porque no puede hacerle eso a la niñita", precisó indignado Armando Cabrera.

