La versión de Marcelo Goyochea y su mujer Carina Robles, es que ambos llegaban de un cumpleaños y ya abrían la puerta para entrar a su casa cuando dos sujetos, que bajaron de dos motos, se acercaron hasta la vereda y los hicieron padecer uno de los momentos más violentos de sus vidas. Según Goyochea, sin mediar palabras los delincuentes les lanzaron 13 disparos (11 con una pistola 9mm), cinco de los cuales atravesaron la puerta y fueron a parar a un rincón de la cocina, sin lastimarlos de milagro porque justo alcanzaron a entrar y ponerse a resguardo.
Fue una suerte grande también que ninguna de las balas atravesara las ventanas de dos habitaciones donde dormían los seis chicos de la pareja, explicó Goyochea.
¿Por qué lo atacaron? La familia reconoció la existencia de un problema, con discusión y pelea incluida, que tuvo el jefe de hogar con ‘un par de muchachos’ el fin de semana pasado, pero ayer dijeron que no podían atribuir el ataque a nadie porque no estaban seguros de quiénes habían sido los atacantes.
Todo pasó alrededor de las 6.15 de ayer en la casa 7, manzana G del barrio Las Vicuñas, en Chimbas, justo a la vuelta de la casa de otra vecina que en noviembre del año pasado fue atacada de 8 balazos, aunque ese episodio no tiene vinculación con el atentado de ayer (ver Antecedentes…).
La misma Carina levantó algunas vainas servidas luego del ataque y las llevó a la seccional 17ma. cuando puso la denuncia. Y luego policías de Criminalística recogieron otras vainas más y también plomos: en total secuestraron 11 casquillos calibre 9 mm, y por eso ayer se suponía que sólo usaron esa arma (el cargador de una pistola es para 13 cartuchos), aunque la familia atacada estimaba también que pudieron usar un revólver por la presencia de otros agujeros que veían más pequeños.
Ahora, la familia pide seguridad: ‘vamos a pedir custodia, por la cantidad de balazos que nos tiraron está claro que no quisieron asustarnos, quisieron matarnos’, dijo la dueña de casa.