Una pelea entre dos presos terminó ayer de la peor manera: uno de ellos muerto de tres puntazos (uno descendente sobre el hombro izquierdo y dos más en la espalda) el peor costo que debió sufrir por haberle bajado al menos dos dientes de una trompada a su rival, dijeron fuentes judiciales y policiales. La pelea ocurrió alrededor de las 14.20, al finalizar un partido de fútbol entre el equipo del pabellón 5 (ayer ganadores) contra el 1, rivales ocasionales de una nueva fecha del torneo organizado en la cárcel de Chimbas, precisaron las fuentes.

El enfrentamiento entre ambos presos (no eran jugadores) generó un primer cruce inmediato entre los internos cuando ambos pabellones salían de la cancha de fútbol. Y luego otro cruce, más violento, cuando los del pabellón 5 supieron que su compañero había fallecido. Ese episodio, según las fuentes, incluyó la quema de colchones, la destrucción de rejas en puertas y ventanas, y dejó un saldo de al menos 8 internos heridos ("ninguno de gravedad", dijo el ministro de Gobierno Emilio Fernández) y tres penitenciarios lesionados, uno de ellos con posible fractura de tabique nasal, precisaron las fuentes.

La víctima letal de la pelea fue Noé Moreno, quien fue trasladado al hospital Marcial Quiroga en un móvil penitenciario pero murió en el camino, dijeron. Tenía 37 años, múltiples antecedentes por delitos varios y numerosas condenas, la última a 6 años de cárcel por robo, dijeron las fuentes.

El supuesto homicida es Enzo Alvarez, un joven apresado el 25 de mayo pasado con un arma de gas comprimido similar a una 9mm.. El pasado 5 de agosto fue procesado por el juez José Atenágoras Vega por tres robos agravados por el uso de arma cometidos el 12, el 21 y el 27 de abril último.

Aquella vez Alvarez y su presunto cómplice en esos robos, Jonathan Sergio Villarreal (21) se convirtieron en noticia porque el juez les negó la excarcelación al aplicarles el agravante del uso de un arma (calificada de lanzamiento) en vez de aplicar una ley más blanda que hace excarcelables los delitos cuando no se cometen con un arma de fuego apta para el disparo.

Ahora será el mismo juez quien resuelva si Alvarez (cuando fue detenido no tenía antecedentes) debe o no ser procesado por el homicidio de Moreno.

Apenas se conoció la violenta pelea, al lugar llegaron la juez de Ejecución Penal Margarita Camus, autoridades de la comisaría 30ma., el secretario de Seguridad, Dante Marinero, y su superior, el ministro Fernández, quien estimó que la pelea no fue ocasional ya que, al parecer, entre ambos había alguna rivalidad previa.