Una pelea entre una joven y su tía por la venta de un rancho en el asentamiento Pedro Echagüe, en Santa Lucía, dejó como saldo 5 heridos y esa vivienda quemada. Según Érica Pereyra (23), la dueña del terreno, hace un par de años le prestó su casa a su tío para que viviera con su mujer porque no tenían dónde ir. El hombre falleció hace unos meses y entonces su pareja decidió vender el terreno a $8.000. La propietaria se enteró y ahí empezaron los problemas: el sábado hubo una pelea entre Pereyra y sus parientes contra 4 sujetos que mandó su tía a ‘apretarlos’. Y el último domingo, la inquilina del rancho llegó con un bidón con combustible acompañada por su padre. Ahí, hubo otra pelea y a pesar de que trataron de detenerla, quemó la casa con todas sus pertenencias dentro, indicó la damnificada y fuentes policiales.
Pereyra explicó que con quien tuvo el problema fue con Griselda Cardozo (32), la última pareja que tenía su tío. La joven agregó que como el hombre y Cardozo no tenían donde vivir, ella les prestó su casa. ‘Con mi familia nos fuimos a vivir a lo de mi suegra, pero hace 8 meses mi tío murió. Hace unos días me enteré que ella había vendido mi lote a $8.000 y que se estaba llevando de a poco sus cosas. Por eso fui a pedirle la casa’, dijo la joven.
El sábado pasado, a las 18, Pereyra fue con unos primos a su casa en el asentamiento y se topó con 4 sujetos que mandó su tía para que no dejaran entrar a nadie al terreno. Allí hubo una pelea entre la joven y sus parientes contra los sujetos que terminó con Pereyra y su primo Emiliano Carrizo (26) hospitalizados. Después de ese violento enfrentamiento, Érica hizo la denuncia, pero eso no sirvió para calmar los ánimos porque el domingo en la noche Cardozo regresó con su padre.
‘Traía un bidón con nafta y su padre nos pegó con un palo a mí, a mi cuñada, a una prima y otra chica. Griselda estaba como loca y me dijo que si ella no vivía acá, nadie más lo iba a hacer. Ahí le prendió fuego a la casa. Lo que no entiendo es que ella todavía tenía sus cosas adentro. Lo peor de todo es que me quedé sin donde vivir y que ella estafó a otra mujer porque alcanzó a sacarle $4.000’, dijo Pereyra. El fuego destruyó 4 camas, sillones, una heladera, un modular, ropa y la casa. Tras el ataque, la agresora y su padre huyeron por el fondo.

