Cerca de las 2 de la madrugada del pasado domingo, una juntada entre conocidos en Angaco termina con una pelea entre varios, y uno de los que recibe golpes es Matías González a manos de un tal Pelayes. Luego de la escaramuza, cada uno se marcha a su casa. González se acuesta a dormir, almuerza, se toma una siesta, pero a la noche se empieza a sentir mal y se descompensa, según pudo reconstruir este diario en base a fuentes judiciales.
Su familia decide llevarlo a Urgencias del Hospital Rawson, donde ingresa cerca de las 21 con una hemorragia cerebral. Queda internada en la Unidad Terapia Intensiva. Para la familia no hay dudas: la lesión tiene que ver con el golpe.
González estuvo grave hasta las primeras horas de este jueves cuando confirman su fallecimiento. El caso es tomado por la Unidad Fiscal de Investigaciones Delitos Especiales.
Con el informe de la autopsia llega la controversia: se trató de una “muerte natural”, que la lesión en el ojo producto del golpe fue superficial, con un corte, pero que no tiene que ver con el desenlace, precisaron a este diario.
Una fuente del caso reafirmó que “no fue una muerte violenta” por los tanto no habría delito.
La familia pide que se investigue a fondo en virtud que aseguran que González no tenía patologías previas y que el golpe en la cabeza fue el desencadenante.