La victima entró a su celda solicitando que se hagan a un lado para poder acostarse pero fue sorprendido por los dos reclusos armados. Se desconoce dónde ocurrió el violento hecho. Los agresores tomaron largas facas y comenzaron a cortarlo en las piernas y en los glúteos. Mientras tanto, la víctima gritaba con todas sus fuerzas para que un guardiacárcel lo socorra.

Sin embargo, nadie lo asistió. Debió tomar con sus manos las facas y huir del lugar mientras la sangre se hacía visible en su ropa por los profundos cortes. Luego, los reclusos guardaron tranquilamente los elementos punzantes entre la ropa para no ser descubiertos.