Un hombre que estaba cerrando su comercio en San Vicente, provincia de Buenos Aires, vio a motochorros que escapaban de un robo y les tiró una de las rejas del local para detenerlos.

El dramático episodio, que quedó registrado en las cámaras de seguridad, ocurrió este martes cerca de las 13 sobre la avenida San Martín, entre Larrea y Artigas, a metros del hospital Carrillo.

Según informó el medio local El Diario Sur, dos delincuentes le robaron la moto al dueño de una granja y se dieron a la fuga. Rápidamente, la víctima comenzó a correrlos junto a otros vecinos.

Mientras tanto, un comerciante que se disponía a cerrar su negocio escuchó los gritos de la víctima pidiendo ayuda y vio corriendo a otros vecinos que perseguían a delincuentes.

Al percatar la situación, el hombre se acercó a la calle y, en el instante que pasaba la moto, arrojó la reja. La estructura impactó sobre el asfalto e hizo caer a los delincuentes. 

Perseguidos por otros vecinos, los ladrones dejaron la moto tirada y logró ser recuperada por su dueño, y huyeron corriendo a toda velocidad.

Al momento de tirar la reja, en las imágenes se ve a otra persona caer a bordo de otra moto que iba a la par de los delincuentes. Se trataba de otra víctima. Era un motociclista, que estaba trabajando como delivery y sufrió heridas en sus rodillas producto del impacto.

Rápidamente, fue auxiliado por los mismos vecinos que no pudieron alcanzar a los ladrones: escaparon en un auto de apoyo. Luego de doblar en la calle Artigas, se subieron a un Volkswagen Gol Trend color negro en el que había otros dos cómplices.

Diego, el hombre que sufrió el robo de su moto y logró recuperarla, contó después a El Diario Sur que había dejado la moto en marcha en la puerta de su granja porque tenía que entregar un pedido y había ingresado a buscar milanesas.

Al salir, en cuestión de segundos, vio cómo los dos delincuentes escapaban con su moto y empezó a los gritos. Dijo también que le gritó al delivery, que se ve en las imágenes, para que trate de frenarlos pero no lo escuchó.

Finalmente, pudo recuperar su Yamaha FZ gracias a la colaboración de otro comerciante que actuó con prisa y logró desestabilizar a los motochorros.