La Fiscalía del segundo turno de Río Cuarto investiga el caso del cliente de un patio de comidas que mató a un perro “comunitario” de una patada el pasado domingo. Mientras en redes sociales crece el repudio de quienes lo califican como “asesino” de animales, Patricio Bavera declaró a medios locales y aseguró que actuó en defensa de su pequeño hijo.

Relató que había ido con su hijo de tres años y dos niñas más, de la misma edad, para que jugaran al aire libre, en el Patio Linne, Paseo Comercial de Río Cuarto, y en un momento, un perro se da vuelta, hace caer a su hijo y le asienta las dos patas delanteras encima. “En ese momento, yo estaba a dos metros y reacciono pegándole una patada al perro. Me cuestiono o si no hubiese sido mejor sacarlo con las manos. Quizá me mordía a mí, pero hubiese preferido que me mordiera porque el perro estaría vivo”, expresó a Telediario de Río Cuarto.

Según Bavera, cuando aún no sabía que el perro se había muerto, una persona se le acercó y le empezó a tirar golpes de puño, por lo que tuvo que cargar los tres niños con sus juguetes a su vehículo e irse del lugar. “Lamento la muerte del perro, jamás hubiese querido que eso pase, pero también me pregunto qué hubiese pasado si no hubiese sacado al perro de encima de mi hijo (…) El perro tiró a mi hijo al piso y le puso las patas encima. Yo reconozco que le di una sola patada, lamentablemente en un lugar fatal (el bazo) pero fueron dos segundos. Por supuesto que estoy arrepentido”, manifestó.

Además, el hombre sostuvo que su hijo en el momento estuvo bien, pero a la tardecita dejó de hablar y tuvo pesadillas por la situación de violencia generada. Ahora se recupera. Insistió con que reaccionó porque vio “en riesgo” la vida de su hijo. Fue Bavera el que hizo la primera presentación policial por el asunto y dijo estar a disposición de la Justicia.

Natalia Borla, del programa “Sentimiento animal” explicó que “lo que se repudia totalmente en la ciudad es el accionar agresivo de este hombre con el animal, estaba enajenado de la situación. Lo peor de todo es que después de verificar que el niño estaba bien, volvió a sentarse a tomar alcohol con el amigo y charlando como si nada cuando a 30 metros estaba muriendo, agonizando el perro”.

El can en cuestión, apodado “Gringo”, era muy querido y cuidado por los encargados de los comercios del paseo comercial.

“Hay muchos testigos que dicen que el niño estaba molestando al perro. Hay que recalcar que, desde la educación, que como padres tenemos que enseñar a los niños a tratar con animales. Enseñarles que los perros son seres sintientes que sufren, que disfrutan igual que nosotros. No hay que agredirlos. Los testigos dicen que hacía más de dos horas que los niños estaban molestando a los perros. Todo el mundo sabe ahí, que el Gringo era un perro comunitario, que no era agresivo”, agregó Borla.

“Tanto los encargados del lugar como la asociación Ojitos que perdonan van a hacer la denuncia. La necropsia del perro revela que la causa de la muerte fue la rotura del bazo por la patada que él le dio. Lo peor es que cuando la gente le fue a decir que el perro estaba muerto, la actitud de él fue repudiable, por eso lo querían linchar, ese es el recuerdo que tiene el hijo”, insistió Borla.

Un dato clave para la investigación son los registros fílmicos de las cámaras del lugar. Según trascendió, mostrarían al perro sobre el niño y al hombre cuando corre y de una patada se lo saca de encima. Protectoras de animales reclamaron la aplicación de la ley Sarmiento. Desde la Policía se informó que hasta ahora no hay imputaciones.