Se llamaba Miguel Ángel Gómez, le decían "Peque", trabajaba en una constructora y el lunes, con 23 años, encontró la muerte trágicamente al electrocutarse a un costado de su casa de Pocito, cuando tomó contacto con los cables de una conexión ilegal que le permitía tener luz en su vivienda. En la Policía y fuentes de la secretaría de Seguridad dijeron que la desgracia ocurrió cuando la víctima y su hermano, Antonio Federico "Cuca" Gómez (30), intentaban conectarse clandestinamente a la red eléctrica, pero ayer en la villa donde ocurrió el hecho lo negaron, aduciendo que ya estaban "colgados" con anterioridad. "Nada que ver eso de que se han estado colgando de la luz. El hermano del chico que falleció estaba arreglando el alambre para que la mujer colgara la ropa y le ha dado una descarga. Quiso ayudar al hermano y le dio la corriente a él porque atinó a agarrar los cables", afirmó Miguel Matamoro (27), vecino y amigo de los Gómez, que llegó al lugar apenas comenzaron los gritos.

Víctima. Miguel Ángel Gómez no sobrevivió a la fulminante descarga.

El hecho ocurrió alrededor de las 19.30 del lunes, sobre la Costa Canal, unos 500 metros al Sur de calle 15. Tras el terremoto de la semana pasada, los habitantes de la zona bautizaron el lugar como Villa Esperanza. Son varias las familias que sufrieron pérdidas estructurales y que por ahora duermen en una carpa que les instaló el Gobierno.

El fallecido vivía en un rancho con su mujer y sus dos pequeñas hijas. El sismo se lo agrietó, pero continuaba bajo ese techo. Al lado, a escasos metros, está la vivienda de su hermano. "Sentí un griterío y salí disparando, pensando que se había caído alguna de las paredes. Cuando llego veo al "Cuca" tirado y más allá estaba el "Peque" con los cables en las manos. Lo primero que hice fue desenganchar los cables, que parece que han estado en contacto con el alambre. El "Cuca" estaba con la cabeza morada y los ojos abiertos, tenía el pecho todo lastimado. Fui a verlo al "Peque", también estaba con los ojos abiertos... me le pongo enfrente y los cierra. Le digo "Peque, Peque, contestame". Le pegué en el pecho y cuando le hice eso abrió los ojos, pegó un suspiro y no hizo nada más", contó Matamoro. Los intentos de reanimación fueron en vano. El menor de los hermanos murió en el lugar, mientras que el otro sobrevivió. Fue trasladado al Hospital Rawson y por la noche decidió marcharse por voluntad propia. "Anda con mareos, tiene tajos en el pecho, las piernas... lo ha reventado la corriente pero de la desesperación se vino a la m... del hospital a ver la familia", dijo el vecino.