¿Un error de cálculo? ¿exceso de confianza? ¿quizá alguna alteración mental?. Los policías de la comisaría 2da. de Concepción no podían explicarse ayer por qué una mujer, vestida como policía, intentó cometer un segundo fraude contra un comerciante al que el año pasado ya había estafado con el mismo ardid: decirle que era representante del Creacom (Centro de Creación para Medios de Comunicación de la UNSJ) y que allí se haría la publicidad de su comercio si abonaba unos 240 pesos, dijeron en la comisaría 2da.

El frustrado intento tuvo como blanco al comerciante Sergio Chiconi, que tiene su local de electricidad en Mendoza al 627 Norte, en Concepción, Capital. Según la policía, la sospechosa Vanesa Andrea Manrique (34 años) apareció en la mañana del viernes simulando el papel de representante, y consiguió la promesa de que le darían el dinero por la tarde. Pero enseguida Chiconi recordó a la mujer, la plata que había entregado el año anterior y la ausencia completa de publicidad en programas del Creacom. Y optó por llamar a los responsables de esa entidad, que de inmediato le aconsejaron no pagar y denunciar el hecho a la policía. Es más, un representante del Creacom se acercó a la comisaría para aclarar específicamente que esa mujer no representaba al organismo.

La mujer apareció alrededor de las 20 a cobrar la publicidad, con zapatos oscuros, pantalón y ropa idéntica a la usada por las mujeres policías. Pero entonces se produjo un llamado la comisaría 2da. comandada por el comisario inspector Rubén Marinero, y enseguida fue trasladada a los calabozos sospechada de cometer tentativa de estafa. Ayer se investigaba si había cometido idéntica maniobra contra otros comerciantes.

Cuando los pesquisas chequearon los antecedentes de la detenida, se toparon con otra sorpresa resultó ser la misma que habían detenido policías del Comando Radioeléctrico el domingo 7 de marzo pasado a las 3.15, en calle Pedro de Valdivia al Oeste de Alem, Capital. Esa vez adujo confusamente cumplir funciones de seguridad privada en una casa de la zona, pero la apresaron por usar ropa igual a la de la policía, una falta que no le impidió conseguir la libertad.