Eran las 16.30 de ayer cuando Mariela Alcayaga (38), directora de la Escuela Benito Juárez de Puchuzún, Calingasta, partió desde esa localidad junto a su hija de 8 años, una alumna de 16 años y la docente Lorena Michea (33), con sus hijos, un varón de 6 años y su nena de 2. El destino: recorrer en el auto de la directora 10 km hasta Villa Corral para participar de una procesión en honor a San Expedito. Pero el viaje se truncó de la peor manera. En el ingreso a una curva, la directora perdió el control del rodado y chocó contra la saliente de cemento de un puente. El auto siguió su descontrolada carrera y dio al menos tres tumbos antes de detenerse en la banquina, informaron en la Policía. A pesar de lo violento del siniestro, los heridos quedaron internados fuera de peligro en el Hospital Rawson.
Fuentes policiales informaron que el accidente se produjo en la localidad de Villa Corral, unos 8 km al Norte de la Villa cabecera de Calingasta. A esa hora, Alcayaga conducía un Ford Galaxy y transitaba acompañada de su hija Rocío Hidalgo (8). En ese coche también viajaban la alumna María Laura Pastén (16) y Michea con sus hijos, Andrés (6) y Ana Clara (2).
Según Marcelo Jofré, esposo de Michea, su mujer y el resto de los ocupantes viajaban desde Puchuzún a Villa Corral para participar de la peregrinación. Pero ninguno llegaría.
Lo que pudieron reconstruir los efectivos de la Comisaría 16ta, al mando del subcomisario Walter Ángel, es que Alcayaga aparentemente conducía a elevada velocidad cuando llegó a una curva de la ruta 412. De hecho, los policías encontraron una frenada de unos 20 m en el asfalto, explicaron.
Lo concreto es que ese último recurso desesperado de la docente por evitar el choque fue inútil: el auto dio contra el sifón y volcó a un costado del camino.
Tras el accidente, las maestras y los niños fueron auxiliados por los empleados de una minera que tiene un puesto cerca de lugar del siniestro. Esos mismos obreros llevaron a los heridos al Hospital Aldo Cantoni y de allí fueron derivados a Capital. En la Policía dijeron que las víctimas sufrieron cortes y golpes y que ninguno corría riesgo de vida.

