"Me voy, se me hace tarde", avisó Carlos Calvo a su señora. Eran las 5.10 y a Calvo le urgía llegar temprano a su puesto en la feria de Capital. Pero apenas abrió el portón para sacar la camioneta en su casa de Lemos y San Martín, Villa Laplagne, Rawson, se topó con dos sujetos con chalecos con bandas refractarias. Por un segundo intentó descifrar qué buscaban pero enseguida se topó con dos revólveres en el pecho y un empujón que lo tumbó al piso, mientras los delincuentes revisaban sus bolsillos. En medio del atraco, la mujer de Calvo, Analía Lezcano, gritó: "suéltenlo que está enfermo del corazón (el comerciante toma 8 pastillas diarias)", pero la mujer también fue encañonada mientras intentaba calmar a su hija de 5 años, que no paraba de llorar mientras veía todo. "Ya está, ya tengo la plata", avisó un ladrón a su cómplice, con unos 6.000 pesos que sacó a Calvo. Pero antes de marcharse, uno de ellos se volvió y descargó un violento puntapié en el ojo derecho del comerciante. "Sabían a lo que venían y la patada esa fue una cobardía, yo estaba indefenso. Me gustaría verlos y que en un calabozo les hagan lo mismo que a mí, pero con un botín", dijo ayer Calvo, indignado.
Violento asalto a una pareja: robaron $6.000

