Un violador serial que fue condenado a 50 años de prisión, al ser hallado culpable de los abusos sexuales en perjuicio de ocho jóvenes en hechos ocurridos en 2009 en los barrios porteños de Villa Urquiza, Agronomía y La Paternal, presentó un recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, argumentando que recibió una pena “cruel e inhumana”.

Si bien la apelación aún no fue tratada, la abogada Débora Huczek, quien representó a las víctimas en el proceso, consideró que “debe ser rechazado”, entre otras cuestiones al no tratarse de un tema de incumbencia federal, al mismo tiempo que sostuvo que “el fallo fue ratificado en segunda instancia” y recordó que el imputado “llevó adelante una verdadera cacería humana” en aquellos episodios en que atacó a las chicas, en momentos en que se encontraba con libertad condicional, debido a sus antecedentes por delitos similares.

Se trata de Fabricio Alvarez Albarracín, de 45 años, quien está cumpliendo una condena de medio siglo de encierro, la que fuera confirmada el pasado 21 de marzo por la Cámara Nacional de Casación Penal, aunque ahora se conoció que, a través de su defensor oficial, volvió a presentar una apelación donde esgrime que su situación es similar a “la pena de muerte”, apuntando a que el caso sea tratado por la Corte Suprema. Si bien bajo los mismos supuestos de ser damnificado por un veredicto “cruel e inhumano” había logrado atenuar la sentencia a 37 años y medio, más tarde se ratificó el fallo de primera instancia.