No se sabe si el muchacho se durmió o si el viejo Peugeot 504 de su padre que conducía de regreso a su casa en Caucete tuvo un desperfecto mecánico que originó la tragedia. Lo cierto es que ese joven de 29 años que lo manejaba, no tuvo ninguna chance de sobrevivir ayer en la madrugada al brutal accidente. El hombre perdió el control del rodado en una pequeña curva, que divide 25 de Mayo y Caucete. El auto se cruzó de carril, estrellándose de lleno dentro de un canal impermeabilizado que corre al costado de la calle y quedó de costado, con su chofer aprisionado a un costado, sin vida, dijeron en la policía.

Según José Jofré, un vecino que vive en el cruce de La Plata y Divisoria, el accidente ocurrió a las 4. A esa hora, Jofré dormía cuando una "explosión, lo despertó", aseguró el hombre. Cuando salió a la calle, vio las luces de un auto dentro del canal sin agua que pasa por el costado de La Plata. Ahí dio aviso al 911 y se arrimó a ver qué pasaba. Pero al acercarse vio una escena tremenda: el chofer del rodado, con su cabeza destrozada y aprisionado debajo del vehículo, aseguró el testigo.

Después llegaron los bomberos y efectivos de la comisaría 9na., establecieron que la víctima fatal fue Eduardo Ariel Olivera (29). Eduardo, su padre, contó en el lugar que era el mayor de sus nueve hijos y que trabajaba como tractorista junto con él en una bodega caucetera. "El sábado se fue temprano a la casa de su abuela en 25 de Mayo, a visitarla porque había llegado un primo-hermano de Mendoza. Y después me dijeron que se fue con unos amigos", aseguró entre lágrimas el padre del fallecido.

La hipótesis que manejaba la policía es que el joven viajaba a alta velocidad hacia el Sur por calle La Plata. Al pasar Divisoria -un cruce que divide 25 de Mayo con Caucete-, perdió bruscamente el control del Peugeot y se cruzó al carril contrario, donde rozó un poste de luz antes de meterse al canal, dijeron en la policía. Allí el vehículo dio al menos un tumbo tras el impacto en una de las paredes del cauce sin agua y terminó de costado, con el conductor debajo, sin vida, señalaron las fuentes.

Para la policía, el joven se pudo haber dormido, aunque investigaban si el vehículo tuvo algún desperfecto mecánico.

"No lo puedo creer. Siempre andaba el auto y nunca tuvo un accidente. No sé que pudo haberle pasado", afirmó quebrado Eduardo Olivera, mientras consolaba a su mujer.