Renzo David Esquivel, el hombre acusado de atacar a puñaladas a su pareja en el barrio Los Pinos, en Chimbas, y amenazar de muerte a su hijo adolescente terminó aceptando a “regañadientes” su responsabilidad en el intento de femicidio y fue condenado a 10 años de prisión efectiva mediante un juicio abreviado. La sentencia llegó este martes 25 de noviembre, minutos antes de iniciar el juicio, luego de que la fiscalía volviera a ofrecerle por segunda vez la misma pena que había rechazado en octubre.
El caso había quedado listo para juicio tras la acusación formal presentada por el fiscal Mario Panetta, quien imputó a Esquivel por tentativa de homicidio agravada por el vínculo y por mediar violencia de género, además del delito de amenazas agravadas. El juez Mariano Carrera había aceptado la elevación a juicio y la fecha ya estaba fijada.
En octubre pasado, Esquivel había tenido la oportunidad de cerrar la causa con una pena de 10 años, pero frente al magistrado dijo que “10 años de cárcel era mucho” y se negó a firmar. Aquella decisión lo dejó expuesto a que, en un juicio oral y público, la fiscalía solicitara una condena de 13 años de prisión efectiva.
Sin embargo, con el debate a punto de comenzar y consciente del riesgo, esta vez accedió “al ultimátum” del Ministerio Público Fiscal y aceptó la propuesta abreviada. Antes de firmar, pidió que la prensa no esté presente en el acto procesal “amenazando” que si esto no se cumplía, el abreviado podía caer de vuelta.
Pero finalmente el procedimiento se llevó a cabo y, por unanimidad, el tribunal -compuesto por los jueces Flavia Allende, Federico Rodríguez y Pablo León- homologó el acuerdo presentado por el fiscal Panetta y la defensora oficial Sandra Leveque, en representación de Esquivel, y dictó sentencia a 10 años de prisión.
El ataque que casi terminó en tragedia
El violento episodio ocurrió a fines de marzo de 2025 en una vivienda del barrio Los Pinos, cuando Esquivel atacó a su pareja con un cuchillo, provocándole heridas de gravedad que —según la investigación— la dejaron al borde de perder la vida.
Dos días después, durante la audiencia de formalización, el acusado expresó polémicas declaraciones y trató de responsabilizar a la víctima. Alegó que la violencia surgió durante una discusión doméstica y que él tomó un cuchillo “porque ella había agarrado otro”. Luego aseguró que perdió el control y que solo volvió en sí cuando intervino la Policía.
“El sábado a la noche se fue y me dejó con los niños. Llegó a las 7 u 8 de la mañana con olor a alcohol y drogada. Cuando le pregunté dónde había estado, empezó a insultarme y agredirme. Yo agarré el cuchillo con el que estaba cortando pan porque ella había tomado otro y se me abalanzó”, relató el acusado ante el juez en aquella oportunidad.
Según su testimonio, luego de ese momento habría perdido el control. “Me dio un ataque de ira, un shock. No me acuerdo. Volví en sí cuando me habló un policía y me puse a llorar”, declaró.