Personal policial logró detener a un prófugo de un homicidio ocurrido en 2020 pero no justamente por investigar dicho caso sino por una denuncia de violencia de género en el Loteo Unión, en Caucete. Según los medios locales, la Brigada de Investigaciones de la Comisaría 9na, dirigida por el Comisario Lic. Esteban Echavarría, junto a la jueza de Paz, Dra. Luciana Salva, llevaron adelante una exclusión de hogar tras una denuncia anónima, cuando se encontraron con ni más ni menos Matias Amaya, quien es buscado intensamente desde el crimen de Juan Jorge Brizuela (67).
Al llegar al domicilio de la víctima, los efectivos se toparon con el presunto agresor, quien se negó a brindar su identidad y aportó datos falsos. Sin embargo, al ser trasladado a la dependencia policial, se confirmó que se trataba de Matías Ezequiel Amaya, de 28 años, quien tenía un pedido de captura vigente por estar vinculado al homicidio, ocurrido en noviembre de 2020 y por el cual ya hay varias personas condenadas a perpetua.
Finalmente el sospechoso fue detenido y puesto a disposición de la Justicia, poniendo fin a casi cinco años de fuga. El procedimiento, que en un principio estaba destinado a proteger a una víctima de violencia de género, terminó resolviendo también un caso de homicidio que permanecía abierto.
CASO BRIZUELA
Juan Jorge Brizuela estaba enfermo, pero aún se las arreglaba para cuidar la finca de su amigo. Según la acusación, pasaba sus días sin mayores sobresaltos hasta que la tarde del 26 de noviembre de 2020, se aparecieron dos mujeres para preguntarle si tenía algún lugar para alquilar. Horas más tarde, las mismas mujeres se aparecieron otra vez, pero esta vez para distraerlo mientras los demás implicados (incluido el prófugo Matías Maya), buscaban robarle. Fue entonces que recibió un fuerte golpe con un palo en la zona izquierda de su cabeza, cayó, fue atado de pies y manos, y recibió una golpiza por parte de todos los acusados, según el fallo por mayoría de los jueces Víctor Hugo Muñoz Carpino y Martín Heredia Zaldo, para quienes se configuró un homicidio triplemente agravado: por la alevosía (por atacar a un indefenso), el número de personas (al menos 6) y criminis causa, es decir porque buscaron asesinarlo para ocultar el robo del Renault Torino, una moto 110cc, dos garrafas, un televisor y otras pertenencias de la víctima, que al otro día buscaron vender entre sus vecinos.

