El juez del Tribunal e Impugnación, Eduardo Raed, ratificó que una panadero oriundo de Chile, de 49 años, debe cumplir la prisión preventiva de 60 días que le había impuesto otro magistrado el 10 de setiembre pasado, mientras la fiscal coordindora de la UFI CAVIG, Claudia Ruíz Carignano, avanza en la investigación que lo tiene como único sospechoso de haber cometido graves delitos sexuales contra una amiga de su hija: abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores, por haberle mostrado imágenes de alto contenido erótico cuando era una niña. Según la denuncia, los delitos comenzaron a ejecutarse unos 10 años atrás; hoy, la denunciante tiene 19 años.
La decisión del juez Raed, significó un respaldo a los argumentos del fiscal, Fabrizio Médici, para impedir que el comerciante quede en libertad, pues entendió que puede fugarse al vecino país o a España, donde tiene un hermano. También, porque consideró que la escala penal de los delitos que le atribuyen, no prevé la posibilidad de un castigo de prisión sin encierro al cabo de un juicio.
José Beltrán Bengoa y Fabiana Salinas, defensores de ese hombre identificado por sus siglas J.P.M. para proteger a la víctima, habían impugnado la decisión del juez, Matías Parrón, para dejarlo preventivamente preso, pues evaluó que, en libertad, puede poner en riesgo el proceso. Los defensores aseguraron que su cliente no se fugaría ni entorpecería la investigación, remarcaron que la calificación de los delitos en su contra es provisoria y la cuestionaron, porque aseguraron que a pesar de la gravedad de las maniobras atribuidas a su cliente, la chica siguió visitando a su hija, incluso hasta días antes de poner la denuncia, algo que, en su opinión, no demostraba ningún estado de vulnerabilidad en la denunciante.

