El crimen de la jubilada Hebe Leguiza (71), asesinada por un menor de 15 años supuestamente insano, se encamina a quedar impune, por dos motivos. El primero tiene que ver con que en Argentina, ningún menor de 16 años puede ser declarado culpable ni sufrir ningún castigo, por más grave que sea el delito cometido. Y, segundo, esa inimputabilidad, en este caso, se daría también por el supuesto cuadro de esquizofrenia del menor.

Esas son las dos razones por las que el sindicado autor del ataque mortal, hijo de un empleado judicial, no podría ser juzgado ni condenado.

Hebe Leguiza
Para la ley argentina vigente, un menor que no haya cumplido los 16 años no es punible, cualquiera sea el delito que haya cometido, un hurto o el homicidio más abyecto. Al respecto, el secretario de Seguridad de la provincia, Gustavo Sánchez, este viernes dijo que “el piso de imputabilidad debería ser a los 14 años”, apoyando la propuesta de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. “El piso de imputabilidad debería ser a los 14 años en adelante, pero ciertas reglas de atenuación, que a pesar de que tenga 14 años no reciba el mismo tratamiento que un mayor de edad”, aclaró Sánchez.
Por otro lado, el supuesto cuadro de salud mental del único detenido apoyan esa inimputabilidad. Ya de los primeros chequeos de los videos de seguridad, surgió la sospecha de que, quizá, el homicida no estaba del todo en sus cabales, a pesar de que usó guantes, un barbijo, anteojos y una capucha. La suposición se instaló cuando, en algunos tramos, vieron a ese sujeto “saltando como un niño”, como si no hubiera pasado nada y estuviera “en otro mundo”. Esa misma imagen del chico “ensimismado y hablando solo”, vino a la memoria de otros que lo habían visto en Tribunales.

“Los padres aportaron alguna documentación sobre el tratamiento psicológico y psiquiátrico del menor. Por ahora no se tiene constancia de que hubiera sufrido alguna crisis con estallidos violentos. Se supone que sufre un cuadro de esquizofrenia, pero eso lo determinarán las pericias”, reveló una fuente judicial.

En diálogo con Radio Sarmiento, el juez de Menores, Jorge Toro, confirmó que el menor está internado en un servicio público de salud con las medidas de seguridad necesarias y descartó que esté en un centro médico para personas con problemas mentales: “Está en una clínica con especialistas y acompañado por los padres; con custodia”. Asimismo, resaltó que un psiquiatra del Poder Judicial va a intervenir para determinar las condiciones del menor.

El juez Toro dijo que no pretende hacer especulaciones, ya que “todo es posible” cuando fue consultado sobre la decisión de permitir que el menor vuelva a su casa con sus padres.

La conmoción había comenzado exactamente a las 19,36 del martes en la vereda Norte de la calle 25 de Mayo, metros al Este del cruce con Aberastain, Capital. Allí, al menos una cámara captó cuando la mujer caminaba despreocupada (tenía cita con un nutricionista, dijeron), cuando un sujeto se le acercó desde atrás, la derribó de un mazazo en la cabeza y, ya en el piso, le descargó otros tres golpes, para luego arrojar el arma homicida en la vereda y huir.

Los registros de las cámaras de seguridad (públicas y particulares) y la geolocalización de los teléfonos complicaron al menor, detenido ayer en una vivienda de la calle Gorritti, como un kilómetro al Sur de la plaza de Santa Lucía.