Un pensionado de 72 años y su hijo de 24 años (sufre un retraso mental leve) fueron desligados con un sobreseimiento por orden del juez de Garantías, Diego Manuel Sanz. Fue luego de un pedido de la fiscal de la UFI CAVIG, Adriana Ginestar, que tras una investigación de 1 año constató que las pruebas no respaldaron la cruda denuncia de una hija del hombre, de 25 años. La joven, que también tiene una inteligencia inferior a la media, había dicho que su papá la prostituyó por primera vez cuando tenía 15 años, para poder pagar el aquiler. Y que desde entonces también la violó una dos veces por semana hasta agosto del año pasado, cuando su pareja la animó a denunciar.

Esa vez, la joven dijo que su hermano también quiso violarla cuando tenía 15 años, que ella se resistió, pero igual la manoseaba cada vez que podía.

La investigación de Fiscalía y también los testigos aportados (al menos 10) por el abogado defensor de ambos imputados, José Tejada, puso en jaque la versión de la joven.

Así, los testigos dijeron que era ella quien golpeaba a sus padres y a su hermano, porque es una joven muy violenta. Y que usualmente protagonizaba peleas en la calle con su pareja, cuando consumían alcohol y también estupefacientes.

Otra prueba fundamental fue la conclusión de un equipo de psicólogos y psiquiatras que evaluaron a la joven. Informaron que detectaron contradicciones e inconsistencias en su relato.
‘Posee ciertas limitaciones en la capacidad de cuidar de sí misma, de otros o desenvolverse cotidianamente. ha naturalizado el maltrato como estilo relacional de la familia. Las entrevistas (…) no permitieron determinar la presencia de indicadores emocionales compatibles con situaciones de haber vivenciado experiencia traumática de victimización sexual. Hay componentes emocionales que podrían estar relacionadoscon sucesos abusivos y traumáticos en general’, consta en la conclusión de los profesionales.

El fallo del magistrado aún no está firme.