El médico Maximiliano Babsía ofreció ayer su versión de los hechos que lo tienen como único sospechoso de un hecho grave: haber causado la muerte de una joven, que sufrió una hemorragia letal luego de ser operada de la amídgala derecha porque había dañado la arteria carótida. En un extenso relato, el especialista en otorrinolaringología explicó con detalles como fue su accionar sin apartarse de las normas y reglamentos sobre ese tipo de operaciones y el seguimiento de la paciente, que concretó luego de la intervención quirúrgica. Ese seguimiento -dijo- se extendió incluso hasta el momento en que quedó a cargo del personal médico del área de cuidados intensivos del hospital Rawson, donde esa chica, Juliea Viñales (18), finalmente falleció el 3 de marzo de 2020.
En su relato, Babsía no dudó en señalar que los profesionales de esa área tuvieron mucho que ver con el resultado letal.
‘No le creo nada, quiere desligar su responsabilidad en los médicos del hospital Rawson, que fueron los que le salvaron la vida a mi hija después de la segunda hemorragia grande que sufrió. Por respeto a mi hija, no puede decir esta estupidez’, dijo Cynthia Aboal, que siguió con atención la decalración del médico junto a su marido, Leoarndo Viñales.

El próximo lunes, el juez, Ricardo Moine, escuchará los alegatos de las partes: la fiscal Claudia Yanina Galante y la abogada de los Viñales Aboal, Cristina Naveda. El médico es defendido por los abogados, Fernando Castro y Federico Petrignani.

