El niño de 11 años que resultó con graves quemaduras luego de introducir pirotecnia dentro de un bidón con gasoil en Caucete mostró una evolución positiva y se encuentra a punto de recibir el alta, según confirmó su madre a los investigadores.
El episodio ocurrió en la mañana del jueves 25 de diciembre, cuando el menor manipulaba pirotecnia en su vivienda. En ese contexto, la introdujo en un bidón con combustible, lo que provocó una explosión que le causó quemaduras en el rostro y un síndrome inhalatorio. La herida no fue mayor porque el recipiente tenía apenas combustible, o restos.
El hermano mayor fue el primero en socorrerlo: estaba durmiendo y se despertó al escuchar los gritos. Luego llegó el padre, quien lo trasladó al hospital departamental. Debido a la gravedad del cuadro, el niño fue derivado al Hospital Guillermo Rawson.
Según el radiograma oficial, el menor ingresó al nosocomio a las 11:54 horas, trasladado en ambulancia y acompañado por su madre, de 48 años. Fue asistido por la doctora María Eugenia Hernández y derivado a Terapia Intensiva Pediátrica, donde permaneció bajo estricta observación médica.
El hecho se registró en un domicilio de avenida De los Ríos y calle Enfermera Medina, en el Lote de Álvarez, jurisdicción de la Comisaría 37°. La progenitora indicó que el accidente ocurrió mientras el niño manipulaba pirotecnia, aunque no pudo precisar la secuencia exacta.
La causa fue caratulada como actuaciones investigativas (quemaduras por explosión), con intervención de la Unidad de Abordaje Territorial (UAT). Actúa el ayudante fiscal Oscar Oropel, quien dispuso inspección ocular, croquis ilustrativo y entrevistas, además de dar intervención a la UFI de Delitos Especiales, a cargo del fiscal ayudante Maximiliano Gerarduzzi.
Con la mejoría clínica del menor, la familia aguarda la confirmación médica para el alta, mientras el caso vuelve a alertar sobre los riesgos del uso de pirotecnia en el ámbito doméstico.

