Escuchó el tropel de una carrera a sus espaldas y, al girar, vio a un sujeto que se abalanzaba sobre él con un cuchillo en su mano derecha y una cortaplumas en su mano izquierda. Sin mediar palabra -según la denuncia- el atacante le lanzó un cuchillazo que alcanzó a cubrir con su mano derecha, pero le lastimó un dedo. Nada pudo hacer para evitar que, con la mano izquierda, le colara la cortaplumas por el costado derecho de su espalda y lo tumbara. En el piso, Nicolás Esteban Castillo pensó lo peor, que su vecino Javier Alejandro ‘Banana’ Pastén (27) seguiría apuñalándolo, pero frenó en ataque y diciéndole confusamente ‘dale, dale’, le quitó una gorra, su billetera con $12.000 y su teléfono. Supuso luego que el ‘Banana’ estaba drogado y lo atacó conn la idea de toparse con más dinero porque en ese momento tenía un buen trabajo.
Ese día, el 3 de enero de 2024 a eso de las 16,30 en el interior del barrio San Ramón, en Chimbas (la zona es conocida como ‘La Cueva del Chancho), Castillo se levantó como pudo y todo ensangrentado llegó a la casa de sus padres, que lo cargaron en un vehículo para llevarlo al hospital Rawson, donde le pusieron un conducto para drenar la sangre.
En base a ese relato, el fiscal Daniel Galvani, había considerado probado que Pastén cometió el delito de robo agravado por el uso de armas blancas y le pidió al juez, Juan Bautista Bueno (Cámara Penal) que lo condenara a 7 años de cárcel. Entre los agravantes citados por el fiscal, destacó la historia delictiva de Pastén, especialmente su última condena de 5 años de cárcel.
Justamente en esa causa había conseguido salidas transitorias, pero el 28 de diciembre de 2023 no volvió. Seis días después fue denunciado por acuchillar y asaltar a un vecino.
El defensor oficial, Juan Carlos Riutort, sin embargo, refutó la acusación y pidió la absolución. Basándose en la negativa de su defendido de haber cometido ese delito (Pastén dijo que cuando salió de su casa solo vio a Castillo en el piso ensangrentado), el letrado cuestionó el relato del denunciante, por ‘cambiante y contradictorio’, pues luego en sus últimas versiones mencionó que las cosas que denunció como robadas, pudieron habérsele caído.
Para los investigadores, que Castillo diera versiones vascilantes pudo tener estrecha relación con un hecho concreto: el denunciante también está preso en el mismo pabellón que Pastén. ‘No hay que ser tan inteligentes para suponer que pudo presionarlo para que diga otra cosa’, lanzó un pesquisa.
‘Si yo hubiera sido no hubiera llegado a juicio (en alusión a que pudo acordar un juicio abreviado), pero estoy dispuesto a recibir lo que sea por lo que dicen‘, dijo Pastén en sus últimas palabras antes del fallo.
Para el juez, las pruebas ventiladas en el juicio no le dejaron la certeza sobre la existencia del robo. Y por eso solo lo condenó a 11 meses de cárcel por el delito de lesiones leves.
El fallo aún no está firme.

