Un gran alboroto se produjo durante la madrugada de este sábado en un control policial que se había situado en lateral de Circunvalación entre Ignacio de la Roza y Avenida Libertador, en Capital, a metros de un reconocido boliche. Personal de la Policía de Tránsito D-7 y de la Agencia Nacional de Seguridad Vial detuvieron la marcha de un remisero para efectuar el test de alcoholemia.
Ante esta situación, el hombre, de 52 años, se negó rotundamente a hacerse el control. Fuentes policiales consultadas por Diario de Cuyo indicaron que el conductor se “atrincheró” en el auto para demostrar su postura contra las autoridades.
Durante varios minutos el remisero subió las ventanillas e incluso no siguió las directivas del personal policial que le pedía que bajara del rodado ante su falta a la normativa. Todo esto con una pasajera que llevaba a su destino cuando fue interceptado en el control de tránsito.
El escandaloso momento finalmente pasó cuando el trabajador aceptó soplar en el alcoholímetro. De acuerdo con los datos oficiales, tenía 2,50 gramos de alcohol en sangre, confirmándose así que había estado ingiriendo bebidas antes de subirse a conducir.
Vale indicar que para todos los trabajadores profesionales del transporte rige la ley de “Alcohol Cero”, lo que significa que no se permite conducir con ningún nivel de alcohol en sangre. Es decir, el límite es 0,0 gramos de alcohol por litro.

