Había sido denunciado el 19 de julio de 2021, cuando su hermana descubrió a sus hijos varones (tenían 8 y 6 años) en situaciones de claro tinte sexual. Preocupada, quiso saber. Y cuando preguntó los niños le dijeron que eso les hacían su tío y su hermano mayor (por entonces de 14 años). En esa averiguación también saltó que una hermana (entonces de 10 años), había sido la que más agresiones había sufrido a manos de ese tío, cuando su mamá salía a trabajar y dejaba a sus niños al cuidado de su hermano.
Al saber de la denuncia en su contra, el mayor de los sospechosos se fugó y a pedido de la fiscal Andrea Insegna y su ayudante fiscal, Fernando Guerrero (UFI ANIVI), recién pudo ser capturado el pasado 25 de junio en Mendoza.
Yoy admitió lo que los propios chicos dijeron: que a la niña (hoy tiene 14 años) la manoseó e intentó violarla entre los 7 y 9 años, cuando buscaba quedar a solas con ella, para ofrecerle jueguitos en su celular y poder ultrajarla sexualmente. Y que al hermanito de la niña le exhibió sus genitales en una ocasión. Todo pasó en la casa de la madre del sospechoso y también en otros dos domicilios donde la madre de los menores se mudó, según la investigación.

Acorralado por la evidencia, el sospechoso acordó con Fiscalía un proceso abreviado a través de su defensor, Eduardo Sait. Y el juez, Diego Manuel Sanz, lo ratificó, aplicándole la condena pactada: 8 años de cárcel.
Los delitos que finalmente le imputaron a ese joven fueron abuso sexual gravamente ultrajante reiterado y exhibiciones obscenas.
En paralelo, el hermano mayor señalado por abusar de sus hermanos varones fue investigado en la Justicia de la Niñez, aunque todo indica que pudo zafar por ser inimputable por tener menos de 16 años cuando los hechos ocurrieron.

