Iba a ser el primer hijo de Nadia Barrionuevo y Carlos Narváez, al cabo de 8 años de relación. Ya tenía nombre, Lorenzo, y nació el 14 de junio de 2021, con 3,590 kg y 47 centímetros de longitud, luego de 17 horas y 36 minutos de un trabajo de parto natural, que intentó ser inducido con drogas para que dilatara, el polémico método ‘Kristeller’ (presión con antebrazo y manos el abdomen de la embarazada).
Pero hubo complicaciones: el nene nació morado, casi sin respirar (tenía el cordón enrollado en el cuello), exceso de líquido en su cerebro, lesiones en el hígado, infarto de bazo, hemorragia de retina y otros traumas, que lo sentenciaron: murió 23 días después, el 7 de julio de aquel año.
El próximo lunes, está prevista la audiencia en la que el juez Juan Gabriel Meglioli, podrá cerrar la investigación y pasar el caso a juicio, tal como pide el fiscal coordinador de la UFI de Delitos Especiales, Francisco Micheltorena, quien luego de una extensa y minuciosa investigación concluyó que la muerte del bebé, fue consecuencia de la ‘grave imprudencia’ y la falta de cumplimiento de sus deberes como profesional, de la médica obstetra, Daniela Verónica Saldívar Osán.
Ya anticipó que, en el futuro juicio, buscará que reciba una condena de 3 años y 6 meses de prisión efectiva y 10 años de inhabilitación para que trabaje como médica, por considerarla autora del delito de homicidio culposo, dijeron fuentes juiciales.
Según Fiscalía, la médica debió evaluar que era necesario realizar una cesárea “urgente” cuando no conseguía una dilatación necesaria en la madre para un parto natural y percibiera que el bebé estaba estancado y no descendía hasta una posición que le permitiera un parto sin complicaciones. Sin contar -según la acusación- el hecho de que en esos momentos críticos no se hizo un monitoreo de los latidos de la criatura, que nació al borde de la muerte.
Defendida por el abogado, Joaquín Moine, la médica acusada siempre negó haber actuado apartándose de los que indican los protocolos para los casos de parto. Y, por elevación, buscó centrar la investigación en el personal del hospital Rawson que se encargó de hacerle trabajos de reanimación al bebé.

