La consigna era secuestrar todos los dispostivos electrónicos en los que pudiera estar guardada información vinculada a una investigación por fraude, encarada por pesquisas de la UFI de Delitos Informáticos y Estafas. Y los investigadores los encontraron, pero la pesquisa arrojó un plus: en el primer piso donde vive y tiene oficina, en Mendoza al 103 Sur, en Rawson, policías de Fiscalía y los de la seccional 24ta. se toparon con una pistola calibre 32 marca Dreyse, con 8 cartuchos de igual calibre. Y unos 775 gramos de marihuana, informaron fuentes policiales.

Entonces los conflictos con la ley penal para ese comerciante de apellido García se triplicaron: porque ya no solo quedó ligado a la causa inicial de estafa que había movilizado a los policías hasta departamento. Ahora deberá responder en el Fuero de Flagrancia por la tenencia ilegal de un arma de fuego (no tenía autorización) y en la Justicia Federal por tener 775 gramos de marihuana.
Si no demuestra que la droga no era suya, podría estar en problemas porque semejante cantidad de estupefacientes excede largamente lo que usualmente se considera tenencia para consumo personal, estimaron los investigadores.

