Los jueces del Tribunal de Impugnación, Benedicto Correa, Juan Carlos Caballero Vidal y Eduardo Raed, escucharon este jueves los reclamos de todas las partes por la sentencia a prisión perpetua de la licenciada en historia, Luciana Teresita Bustos (36). El pasado 26 de mayo, la profesional, exinvestigadora del Conicet, había sido condenada a prisión perpetua por el homicidio agravado por el vínculo del profesor de educación física, Marcelo Amarfil (46), cometido alrededor de la 1 del 17 de enero de 2024 en una zona oscura de calle Pellegrini, entre Díaz de Solíz y Santiago del Estero, en Las Chacritas, 9 de Julio.
Hoy, el fiscal Fabrizio Médici (asistido por la ayudante Gemma Cabrera) y el defensor oficial, Hugo Trigo (abogado de la familia de la víctima), volvieron a pedir que se aplique el agravante de la alevosía, pues entienden que Bustos le puso un antifaz y sujeto con unas esposas las manos hacia atrás a Amarfil como parte de un juego sexual, antes de atacarlo. De ahí que sostienen que estaba indefenso.
El ADN de fluidos vaginales en los genitales de Amarfil, que ella no tuviera lesiones, solo dos defensivas en el antebrazo derecho y uno de sus dedos índices y que las manchas de sangre estuvieran en el lado del asiento del conductor y no en el del acompañante como sostuvo la Defensa, son para los acusadores prueba suficiente para confirmar la sentencia, sumándole el agravante de la alevosía.
Los abogados Rolando Olivera, Fabiana Salinas y Marcelo Sandez, sin embargo, insistieron en que la acusada debe ser absuelta. Volvieron a pedir la nulidad de toda la causa, porque entienden que la escena del crimen fue contaminada y que su clienta no contó con asistencia jurídica desde ese momento cero del caso.
Ademas, reiteraron su teoría de que Amarfil atravesaba un pésimo momento anímico por la muerte de su madre y que su clienta lo ultimó, pero en defensa propia, porque él había buscado esa noche atacarla sexualmente. También remarcaron que el caso sea analizado con perspectiva de género, porque Amarfil era un ‘obsesivo compulsivo’ que la presionaba psicológicamente, porque se oponía a que ella sea lesbiana.
En los próximos días, el Tribunal resolverá si la sentencia debe o no ser confirmada.

