Todo ocurrió el pasado 3 de junio cuando ingresó un llamado que paralizó al Hospital Rawson. Rosario Cortés Zmutt, una bioquímica residente que se encontraba trabajando en el lugar, fue la indicada como la autora del llamado a los pocos minutos gracias al rastreo del teléfono celular. La justicia la aprehendió dentro del mismo hospital, luego de que las pericias determinaran que la comunicación al 911 se había hecho desde una línea convencional ubicada en el interior del edificio. Ese dato fue clave para rastrear el número e identificarlo como propiedad de la profesional.
La amenaza obligó a evacuar preventivamente las áreas de internación, consultorios externos y el Hospital de Niños. Solo permaneció en el edificio el personal médico esencial, junto a efectivos de la Policía de San Juan y la Brigada de Explosivos, que tras más de dos horas de inspección descartó la presencia de artefactos explosivos. El episodio generó gran conmoción en el ámbito sanitario y movilizó importantes recursos de emergencia. La investigación sigue en curso y aún no se descarta ninguna hipótesis.

