Se mostró contrariado. Preguntó por la posibilidad de una condena condicional (se hablaba de un acuerdo de juicio abreviado) por el presunto abuso sexual contra dos de sus exhijastras, pero cuando le dijeron que no era posible porque desde julio pasado cumple una condena de 2 años y dos meses por violación de domicilio, amenazas y lesiones a golpes contra su propia madre, pidió cambiar al abogado que había sido designado para representarlo en la Defensoría Oficial, Lucas Quiroga. Entonces el juez decidió suspender la audiencia hasta que el imputado, consiguiera nuevo defensor.
El sospechoso en cuestión es Francisco Rafael Castro Oyola, un hombre de 37 años que dijo ser panadero en Caucete. Antes de comenzar la audiencia, cuestionó la denuncia de su expareja, madre de las dos niñas de 12 y 13 años a las que habría manoseado y sometido a otras prácticas, consideradas a priori, abuso simple.
‘Veo muchas contradicciones. Yo ya había advertido todo esto que está pasando en la audiencia anterior (citó el número de legajo con precisión) con el juez Matías Parrón’, dijo Castro Oyola.
La investigación se había iniciado en la UFI ANIVI, con directivas del fiscal coordinador, Raúl Iglesias y la ayudante fiscal, Julieta Carcelero. Entre los datos recabados, se contó con la declaración de ambas menores con el sistema de Cámara Gesell, y un informe de los psicólogos sobre el hecho de que ambas niñas pudieran haber sufrido situaciones de abuso, sexual, dijeron fuentes judiciales.
Si el sospechoso decidiera acordar un juicio abreviado, la nueva pena se le unificará con la anterior en un único castigo de cumplimiento efectivo. Sin embargo, todo indica que se defenderá e intentará desligarse.

