A pedido de la fiscal coordinadora, Daniela Pringles y sus colaboradores, Rodrigo Herrera y Ana Paula Amarfil (UFI Genérica), la jueza, Flavia Allende, dictó hoy un mes de prisión preventiva para Facundo Exequiel Asis (26 años), detenido en las últimas horas junto a un presunto cómplice y compañero en la barrabrava del Club San Martín, Agustín Nicolás Agüero (26), que fue excarcelado.

Ambos, con Marcelo ‘Puchi’ González (ya imputado y liberado) y al menos otros cuatro sujetos prófugos, integran la facción ‘Pueblo Viejo’ de la hinchada del club de Concepción, y son sospechosos de haber perpetrado una seguidilla de amenazas, golpizas y ataques a tiros contra sus rivales en la barra del mismo club, la ‘Nueva Generación’, entre el 3 y el 16 de setiembre pasados, precisaron desde Fiscalía.

“Se despliegan como las pirañas para causar miedo y atentar contra las personas”, describió la fiscal Daniela Pringles, al momento de enumerar las razones por las que consideró que Asis debía quedar preso. Así, dijo que en su historial delictivo de los últimos 5 años, registra otros cuatro pedidos de captura en los que fue necesario llevarlo a la fuerza porque no se presentó. ‘No colabora con la Justicia, tiene desprecio por el sistema penal’, dijo la fiscal.

CON 9 MILÍMETROS

La lucha por el predominio interno en el ala más dura de la barra de San Martín, aparece como el primer motivo por el que ambas facciones se enfrentaron. Pero la investigación reveló que fueron los de la facción ‘Pueblo Viejo’ lo que descollaron en el empleo de la violencia.

El primer episodio atribuido a los sospechosos fue un ataque a tiros en la casa de Natalia Martín en el barrio Costa Canal I, de Concepción, Capital, alrededor de las 21,20 del pasado 3 de setiembre. Según la acusación, los denunciantes dijeron que un sujeto en moto paró a señalarles la casa a los ocupantes de dos autos, uno de los cuales bajó y efectuó varios disparos.

El mismo grupo partió luego a la casa de un hijo de Martín, Maico González, en el barrio Conjunto 5, en Chimbas, y allí concretaron otra furiosa balacera. Los peritos detectaron 11 marcas de disparos y encontraron 7 vainas servidas calibre 9 milímetros en la escena del hecho.

Luego de ese ataque, partieron a la casa de la familia Garrido en la Villa Sarmiento, Chimbas, aunque allí bajaron a insultar, con armas y claras intenciones de ingresar, algo que fue impedido por las víctimas que se agolparon contra la puerta.

Un episodio de agresión contra un sujeto de apellido Riveros en el Club Mocoroa. Y una violenta paliza en patota, con hierros y palos, contra Riveros y otro sujeto de apellido Fernández a la salida del obrador municipal de Capital, el pasado 16 de setiembre cerca del mediodía, se incluyen entre las arremetidas contra la facción rival. Ese día, también destruyeron todos los cristales y aboyaron entero el Renuault 12 de Maico González.

Por eso fue que hoy Fiscalía les imputó tres hechos de amenazas agravadas por el uso de armas, dos episodios de daño y lesiones contra los jóvenes que atacaron a la salida del obrador.

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Para el equipo que dirige la fiscal Daniela Pringles (derecha) están acreditados los hechos de violencia contra los sospechosos.

Defendidos por el abogado, Franco Vázquez, el único que se animó a dar su versión fue Asís. Según el sospechoso, su auto VW Bora gris fue visto en los escenarios de los ataques porque él vende ropa, también celulares y tiene clientes por todos lados. Pero negó haber estado en el lugar de los ataques a la hora en que fueron perpetrados. Además, dijo que los problemas con él provienen de dos amoríos, uno que tuvo con Valeria Martín y otro con una ex del hijo de esa mujer, Maico González.

“Soy inocente, me culpan de algo que nada que ver. Nunca me escondí ni me burlé del sistema, mi vida es otra desde que empecé con lo de los caballos (se dedica a esa actividad)’, dijo Asís, que pasará al Penal de Chimbas.

Agüero recuperó su libertad, pero deberá someterse al proceso, presentarse una vez por mes en una comisaría y no molestar ni acercarse a menos de 200 metros a las personas que los denunciaron.